ELCHE. La decisión de Ximo Puig de rescatar la reivindicación histórica de la Universidad de Alicante (UA) de reimplantar el grado de Medicina no ha sentado nada bien en la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche, de la que el propio rector, Juanjo Ruiz, junto al decano de la facultad de Medicina de Sant Joan, Antonio Compañ, calificaban la decisión de "política". Un día después, este miércoles, el Consejo Social de la universidad mostraba mayoritariamente su respaldo al comunicado conjunto, en una decisión que califican de electoralista por parte del presidente Puig. Aunque no se trata de la única sorpresa.
En este sentido, en el seno del Consejo Social, además de la propia estupefacción por esta decisión, relativamente repentina, porque ya contaba con informes favorables en 2019, sorprendía también este jueves la posición adoptada por el alcalde Carlos González. El presidente del Consejo, Joaquín Pérez, mostraba su “sorpresa y extrañeza” por la decisión, a la vez que preocupación por el “impacto” que podría tener en la calidad de las prácticas provinciales del estudiantado de Medicina. Un asombro que llega también al calor de las quejas durante estos años de lo que el regidor ilicitano llamaba la "prima de capitalidad" con respecto a las diferencias inversoras entre Alicante y Elche, aunque solo puede sorprender en parte, porque González nunca ha contravenido las decisiones de Puig y siempre ha ido al son de los pronunciamientos y decisiones adoptadas por el president.
De hecho, el primer edil esgrimía este jueves los mismos argumentos de Puig: que a raíz de la pandemia se ha producido un “cambio de paradigma” y que el sistema sanitario debe “reforzarse”, entendiendo que hay demanda suficiente para ambas universidades y que esta decisión no debería perturbar los estudios de la UMH. Sin embargo, esta postura levantará polvareda a nivel local, como ya lo está haciendo en el Consejo Social, porque ya se está percibiendo como otra decisión que perjudica a Elche en favor de la capital, a la que se segregó la facultad para la creación de la universidad ilicitana en 1996, y podría abrir otra suerte de 'cisma' con el rector Juanjo Ruiz, tan solo unas semanas después de cerrar la polémica por el asunto del acrónimo 'UMHE'. Solo que esta vez de mayor envergadura.
Asimismo, en este Consejo ordinario, en el que se trató este punto que no estaba en el orden del día, se ha percibido el anuncio como puramente electoral, a un año de los comicios y justo unos días antes de que el mandatario visite Alicante para la Santa Faz con la buena nueva bajo el brazo. Se interpreta también como un guiño a la rama socialista del ámbito académico y universitario y ahora bajo el pretexto de la pandemia y con los informes aprobados por la Aneca y Avap años atrás, se ha dado el momento del anuncio. Eso sí, aún sin la financiación necesaria o definida. Y todo teniendo en cuenta, a la vez, el runrún sobre que la actual consellera Ana Barceló pudiera ser la alcaldable del partido. De ahí que suponga un cúmulo de circunstancias que el rector Juanjo Ruiz califique de "política" esta decisión. Por otra parte, otra comidilla en el seno de la universidad es que se trataría de una decisión personal de Puig y no de la consellera de Universidades, Carolina Pascual. Es más, hasta el momento, todos los informes eran favorables —ministerio y conselleria, entonces, de Educación—, a excepción del de la Conselleria de Sanidad, que en octubre de 2019, cuestionó las futuras prácticas de los alumnos de la UA en determinados hospitales de la provincia de Alicante. El martes, Barceló dijo que ya se reuniría con los dos rectores para coordinar las cuestiones pendientes en este ámbito.
En cuanto a la reunión de este órgano que representa a la universidad a nivel social, desde la Delegación de Estudiantes se incidía precisamente en las prácticas, incidiendo en que con sendas ambas facultades van a generar problemas de saturación en las salas de sanitarias y repercutiría en el servicio a los pacientes. También se comentó en la reunión que ya hay mucha emigración a otros países que salen de las facultades de Medicina, además del gasto público por la 'duplicidad' con otra facultad al lado. Eso sí, hubo también algún planteamiento crítico en el Consejo, como que si la universidad había planteado la ampliación de plazas y todo lo posible por hacer de la facultad algo provincial, lo cual se asegura desde el rectorado que se planteó a la consellera, o que si no era momento ahora de fortalecer el sistema sanitario tras la covid con más plantilla. En cualquier caso, desde Presidencia la decisión ya está tomada: había desequilibrio, hay demanda y no genera conflicto.