ELCHE. Uno de los grandes proyectos de los fondos europeos Edusi que quiere impulsar el equipo de gobierno es la regeneración de la fachada de Carrús Este. Algo que quieren conseguir con la renaturalización de esta parte de la ladera desde el puente del Ferrocarril hasta el Pont del Bimil·lenari, generando nuevos espacios verdes y miradores, así como una nueva pasarela que saldría de Olegario Domarco Seller y que pasaría por encima de la calle Clara Campoamor. El proyecto se plantea en tres fases. Eso sí, cuando se desbloquee, ya que actualmente el procedimiento está paralizado de forma cautelar al presentar un recurso especial el Colegio Territorial de Arquitectos. Una actuación valorada en 3,9 millones de euros de tope para el futuro contratista. El ámbito de actuación abarca una longitud de 900 metros lineales con una superficie aproximada de 43.200 m2.
El proyecto estará formado por tres fases. La primera estará comprendida entre el Bimil·lenari y la prolongación de la calle Ferriol, creando un paseo peatonal arbolado entre la rotonda del puente del Bimil·lenari y la calle Baeza. Se pretende mejorar la urbanización de esta última, con objeto de continuar el paseo hasta la prolongación de la calle Ferriol. También se mejorará la jardinería de las zonas limítrofes con el cauce del río y se limpiará la zona de cárcavas del barrio Patilla.
La segunda fase será la de la pasarela volante, con una intervención comprendida entre la prolongación de la calle Ferriol y la calle Francisco Miller Giner (continuación de la calle Olegario Domarco Seller). En este sentido, se creará dicho paseo peatonal con un mínimo de 6 metros de ancho sobre una estructura elevada, con objeto de salvar los desniveles existentes: en la zona del colegio se elevará sobre el nivel del patio de juegos, que configurará una nueva valla y zona de porche recayente al patio. Entre el mirador central y la calle Olegario Domarco Seller se configura como una pasarela elevada que pasa por encima de la calle Clara Campoamor, presentará enlaces con dicha calle y a otras como Juan Maciá Esclapez o al Valle Trenzado y a zonas verdes colindantes; crea un segundo paseo en nivel inferior que ayuda a relacionar las áreas verdes contiguas.
Implicará la mejora de la jardinería de las zonas limítrofes con el cauce del río, especialmente las pistas de petanca situadas al final de la calle Juan Maciá Esclapez. Se creará en la zona central entre las calles Padre Palau, Clara Campoamor y Juan Maciá Esclapez de un aparcamiento en superficie de 103 plazas, actualmente sobre tierra, con una zona de jardín en la parte recayente al cauce que actuará como mirador.
En cuanto a la última fase, comprendida entre la calle Francisco Miller Giner y el puente del Ferrocarril, los trabajos consistirán en la reurbanización de la calle Paseo Vinalopó, con objeto de unir mediante un paseo peatonal el parque Fernández Ordoñez y la calle Francisco Miller Giner. También la mejora de la jardinería e iluminación del parque Fernández Ordoñez, respetando la estructura del jardín existente.
Sobre otros parámetros, serán 28.000 metros cuadrados de zonas ajardinadas, 7.700 de zona pavimentada, 2.030 de la pasarela y 2.020 del aparcamiento en superficie. Del viaducto se quiere que sea un recorrido accesible con carácter de 'paseo salón', con lugares de estancia y mirador sobre el río. Tendrá que tratar especialmente la privacidad de las vistas a las viviendas cercanas y sobre el patio del colegio. En el solar de Padre Palau donde se ubica el aparcamiento, se acondicionará para albergar 103 plazas y en superficie, también con vistas a un futuro aparcamiento subterráneo de varias plantas. Por eso el Ayuntamiento está en proceso de expropiación de varias de sus parcelas como contó este medio. En cuanto al arbolado, se mantendrá "en la medida de lo posible". En las nuevas actuaciones se utilizarán especies autóctonas de bajo requerimiento hídrico. Lo más caro de todo será la pasarela, de 1.250.000 euros. También se contemplará el acondicionamiento de los espacios contiguos en todo el recorrido, mediante la reurbanización y ajardinamiento de los espacios libres colindantes.
Con el proyecto se quiere dotar al barrio de un frente definido que sirva para enriquecer el sistema de espacios públicos y potencie la conexión peatonal entre el corazón de éste y el río Vinalopó, así como para conformar y mejorar la fachada urbana hacia dicho espacio fluvial. Es decir, la ejecución de un paseo continuo a lo largo de toda la cornisa del cauce del río en el límite con el barrio de Carrús, de forma que este sea accesible y que la zona cuente con un borde urbano definido. En este sentido, el informe preliminar destaca que falta definición con precisión de los límites con el cauce del río; se alterna una diversidad de espacios a medio urbanizar con otros urbanizados y sin ninguna continuidad entre ellos, que dificultan una lectura unitaria. Y en algunos casos son construcciones sobre antiguos asentamientos.
En definitiva, el reflejo de un urbanismo realizado a marchas forzadas, agresivo y con trazados de calles con falta de continuidad visual o manzanas desiguales de pequeñas dimensiones al que además se superponen algunas diagonales, "provocando todo ello confusión en la comprensión de la trama y en la orientación dentro del barrio". Hay una escasez de dotaciones y espacios libres, lo que coloquialmente se conoce como "plazas duras", sin apenas jerarquización del sistema viario, ni referencias urbanas o espacios verdes. En definitiva, parámetros que provocan que el límite de Carrús hacia el río se perciba de modo difuso y desordenado. Hay desniveles visuales y dificultad de acceso al río desde el propio interior del barrio.
El procedimiento en trámite ahora paralizado hasta que se pronuncie el Tribunal de Contratos es la base del diseño del anteproyecto, que es lo que se va a contratar para la redacción final y la futura dirección de la intervención. Se establece un máximo de 8 semanas, si no hay reducción de plazos, para la entrega del diseño, por un precio máximo de 256.941,18 euros. Así que tras la adjudicación de este contrato, quedaría la licitación de las obras, que tendrán un plazo máximo de un año. A priori, siendo la entrega del diseño de dos meses, podría estar finalizada antes del 31 de diciembre de 2023, fecha límite para ejecutar estos fondos europeos.
Hay total libertad para la definición completa de la pasarela y su cimentación, paseo continuo por la ladera, mejora de las zonas verdes existente y ejecución de las nuevas. Esto conlleva las obras de urbanización e infraestructura complementarias dentro de la parcela de la plaza que hay en calle Padre Palau, así como las obras exteriores necesarias para su correcta conexión e integración para su uso general. La solución adoptada deberá tener una total integración con el entorno paisajístico, y en el caso del inicio de la pasarela debe cumplir con la integración de la pasarela con la urbanización y la privacidad de los edificios colindantes.