ALICANTE. Antonio García dirige la unidad de negocio Soluciones de Gestión Empresarial del grupo Verne, una de las principales tecnológicas alicantinas. Hablamos con él sobre digitalización de pymes y cómo la crisis del coronavirus ha obligado a acelerar estos procesos.
-El coronavirus ha forzado a muchas pequeñas empresas a ensayar procesos de digitalización, a veces artesanales. ¿Digitalizarse ha dejado de ser una opción para pasar a ser una obligación?
-Creo que la situación que estamos viviendo, no ha hecho sino forzar una tendencia imparable y muchas empresas se han visto forzadas a avanzar hacia el terreno digital, para sobrevivir en estos meses, por caminos en los que no habían avanzado en años. En cualquier caso, dentro del contexto de crisis actual, más que nunca tenemos que acelerar todos los procesos de digitalización en las empresas, si queremos un futuro sostenible para nuestras organizaciones. En este sentido, la actual situación ha permitido de una forma digamos “cruda” el poner a las claras la denominada “brecha digital” en todos los ámbitos. En el ámbito empresarial, muchas empresas que todavía no se decidían a transformar parte de sus procesos (por múltiples razones, pero principalmente culturales) han tenido que hacerlo a marchas forzadas para poder seguir prestando sus servicios. Mi visión en este sentido es positiva porque estos pasos que nos hemos visto obligados a dar, creo que no tienen marcha atrás, con lo cual las empresas podrán beneficiarse de ellos para seguir avanzando.
- En términos globales, ¿cómo de digitalizado está nuestro tejido empresarial?
-Si observamos índices tales como el Índice europeo de la Economía y Sociedad digitales (DESI), nos encontramos en términos comparativos en una posición algo superior a la media (undécima de 28 países). Dentro de DESI, se miden aspectos tales como la conectividad y los servicios públicos digitales, donde España ocupa un lugar destacado, pero por otro lado tenemos ciertos elementos donde nos encontramos en una zona de importante margen de mejora. Aspectos como la educación (cerca de la mitad de la población carece de competencias digitales básicas) o la escasez de especialistas en TICs son claves para que nuestras empresas puedan seguir avanzando. Tenemos que impulsar entre todos los actores del país planes de formación que nos permitan transformarnos en un país más productor e implantador de tecnologías de digitalización y no tanto en un país consumidor de las mismas. De hecho, creo que, en las últimas semanas, la UE ha aprobado un Plan especial de recuperación, que tiene como objetivo poner a Europa en una posición de mayor liderazgo, mayor resiliencia y competitividad, y donde la inversión en tecnologías de transformación digital va a ser uno de los principales focos (Next Generation EU). Ahora, más que nunca, debemos aprovechar esta inercia para conseguir reposicionarnos.
"se observa una doble velocidad: las empresas más grandes están acelerando su digitalización; las pequeñas van más lentas y forzadas por las circunstancias"
Por otro lado, nuestra experiencia en clientes nos permite observar también un efecto de diferentes velocidades, en el que generalmente vemos que las empresas con un mayor tamaño, están acelerando en mayor medida los procesos de digitalización, introduciendo cada vez más estos procesos en su estrategia de negocio y además aprovechando en mayor medida tecnologías como IoT, Big Data e inteligencia artificial como complemento a otras soluciones tecnológicas más consolidadas (ERP, CRM, e-commerce, etc). Por el contrario, observamos que, en el segmento de pequeña empresa, a pesar de que ha habido ciertos avances en los últimos años, los movimientos hacia la adopción de nuevas tecnologías son más lentos y muchas veces forzados por las circunstancias (como la actual provocada por el COVID), es decir, no planificados. Creo que todavía sigue latente una percepción de que la tecnología es cara, compleja y que cuesta justificar las inversiones en la misma en base a beneficios muy tangibles. En este sentido, las empresas de nuestro sector, tenemos la obligación de trabajar para romper estas barreras que nos encontramos, democratizar al máximo las TIC, permitiendo que nuestros clientes se adapten cada vez más rápido al mundo digital donde deberán competir.
- ¿El principal freno para digitalizarse es el tamaño de la empresa, el sector de actividad, una cuestión cultural, de brecha digital...?
-Evidentemente, todos los factores que ha mencionado pueden influir, pero de ellos, en mi opinión, la principal barrera con especial diferencia respecto a las demás es cultural. A pesar de que es cierto que en los últimos años nos encontramos con un avance importante en el sentido en el que cada vez más empresarios son conscientes de que deben incorporar tecnología a sus procesos, echamos en falta el que esta incorporación sea más ordenada, que esté integrada en los planes estratégicos de las empresas. En el caso de las pymes, este efecto es más acentuado, con un alto porcentaje que no tienen en cuenta la inversión en tecnología dentro de sus presupuestos anuales. En mi humilde opinión, necesitamos reforzar la figura e imagen del empresario y en general del emprendimiento en nuestro país, desde los propios sistemas educativos, para que las generaciones que pasen a liderar la nueva economía conozcan las herramientas necesarias para competir, dentro de las cuales, y de forma natural se emplearán de forma masiva y coordinada las nuevas tecnologías.
"el principal freno a la digitalización de las empresas es cultural, aunque en los últimos años ha habido un avance importante"
-¿Qué le diría a las pequeñas empresas que renuncian a digitalizarse porque creen que se sale de su presupuesto?
-Pues la verdad es que no les aconsejaría nada que no hiciésemos nosotros, y es algo bastante básico. Les diría que mirasen qué están haciendo sus competidores (sobre todo a los que destaquen en especial), y que estudien detenidamente el impacto que tiene la aplicación de tecnologías en los negocios de éstos. Creo que la misión que tenemos los empresarios es la de, entre otras muchas cosas, preocuparnos por la rentabilidad de nuestros negocios, y si la tecnología nos ayuda a ello y el balance es positivo, el coste ya no es tan relevante. Al margen de lo anterior, se pueden dar muchos pasos de bajo coste y gran impacto, pero lo principal es tener claro qué camino de mejora queremos emprender y después pensar en las herramientas tecnológicas que me pueden ayudar a acelerarlo. Vuelvo a reiterar que el principal foco debe estar en reorientar la cultura de la empresa independientemente de su tamaño.
- ¿Cuál sería el primer paso que debe dar una empresa que quiera digitalizarse?
-El primer paso para cualquier movimiento de mejora creo que es el de hacer un auto análisis, y esto parte más bien de preguntas no solo relacionadas con la tecnología sino con el negocio en general. Dedicar tiempo en las empresas a reflexionar cómo lo estamos haciendo, qué podemos mejorar, qué tendencias tiene el mercado donde estamos operando, cómo lo están haciendo nuestros competidores locales y globales, y por supuesto pensar en qué futuro queremos para nuestra empresa en las próximas generaciones. Es decir, bajo mi punto de vista, la digitalización debe apoyar lo realmente importante, que son los procesos estratégicos y tácticos de las empresas. Si esto no se hace de ese modo, observamos que la incorporación de nuevas tecnologías se queda muchas veces en capas superficiales, donde su contribución real a los negocios es, en el mejor de los casos, igual en todas las empresas, y por tanto no actúa en realidad como palanca de crecimiento.
-Usted es un especialista en la implantación de sistemas ERP. Explique para los profanos en qué consiste y cuáles son sus ventajas.
-Los ERP, o sistemas de gestión empresarial, son los centros de operaciones que permiten a las empresas controlar todo su ciclo de negocio desde un único punto. Deben estar, por lo tanto, en el centro de cualquier estrategia de digitalización, ya que nos van a permitir medir con resultados objetivos, todos aquellos avances y mejoras que incorporemos en nuestras empresas. Son el nexo de unión de todas las actividades clave de cada uno de los departamentos que componen una empresa, permitiéndonos conseguir centralizar datos únicos de calidad para la toma objetiva de decisiones. Esta visión del ERP, como un elemento nuclear en el que convergen los datos de las diferentes áreas de la empresa para el posterior análisis y toma de decisiones, que permitan mejorar y optimizar nuestras operaciones para ser cada vez más rentables y competitivos, es la que queremos trasladar al mercado.
"cada vez es más necesario observar, casi en tiempo real, las reacciones de nuestros clientes a cualquier actividad que realizamos"
El ERP no se debe contemplar únicamente como un software que nos permite resolver temas puntuales de forma aislada, tales como las finanzas, gestión de stocks, compras, ventas, producción, etc, sino que su verdadera potencia reside el poder combinar y relacionar los efectos de todas las anteriores, para proporcionarnos un auténtico centro de mando en el que basar nuestras decisiones y que éstas puedan ser objetivas y no basadas en la intuición. Por eso es de vital importancia, que el impulso de este tipo de proyectos de implantación de sistemas ERP, parta desde las direcciones generales de las compañías, y se extienda al resto de departamentos con un objetivo de mejorar un sistema total y no solo problemáticas aisladas.
- Y en el caso de los CRM, ¿hasta qué punto pueden mejorar la relación de la empresa con los clientes?
-Es evidente, que cada vez es más necesario observar casi en tiempo real, las reacciones de nuestros clientes a cualquiera de las actividades que realizamos. Las formas de interactuar con nuestros clientes han evolucionado y crecido exponencialmente y tenemos que ser capaces de poder reaccionar antes que nuestros competidores, si queremos seguir siendo su primera y mejor alternativa. En este sentido, y desde nuestros inicios, hemos sido defensores de la filosofía CRM (independientemente de herramientas tecnológicas) como base para poder gestionar con éxito las relaciones de las empresas con sus clientes. Hablar de CRM es hablar de resolver problemáticas tales como conocer qué público está realmente interesado en tus servicios o productos y poder servirles con contenido de utilidad, sin ser invasivos; es poder gestionar correctamente la eficiencia de tu red de ventas y poder prever con tiempo las mismas para poder tomar decisiones; es saber por qué estás perdiendo operaciones frente a tu competencia; es tener un control total sobre la calidad que perciben los clientes sobre nuestros servicios y poder tomar decisiones relacionadas. Observamos que los clientes con una cultura de uso de CRM potente mejoran objetivamente sus ratios de eficiencia de ventas, su tasa de retención de clientes, su imagen de marca y calidad, y pueden adelantarse a sus competidores en cambios que mejoren de forma continua estos valores, y que además pueden medir objetivamente cuáles son esos grados de mejora.
-Azeta, que forma parte de Verne Group desde hace unos meses, es partner platinum de Sage, uno de los mayores distribuidores mundiales de software para empresas, ¿qué supone para su empresa y para sus clientes esta alianza?
Para nosotros es estratégico asociarnos con los líderes en cada uno de los segmentos de mercado a los que nos acercamos. En este caso, Sage lidera el mercado de la pyme española, ofreciendo soluciones potentes, basadas en la nube y en modalidad suscripción, además de fáciles de usar, y que sirven de ayuda a nuestros clientes. Contar con Sage nos permite dispone de una gran solvencia, capacidad y recursos para invertir continuamente en el desarrollo de las soluciones tecnológicas actuales y futuros que demandan nuestros clientes. Además, generamos equipos multidisciplinares con años de experiencia en estos procesos de digitalización que colaboran con nosotros en todo el proceso de relación con el cliente, lo que le aporta un gran plus de confianza al estar avalados por uno de los líderes del mercado en el segmento pyme, especialmente en España.
Además, estamos participando con ellos en programas colaborativos de gran interés que nos permiten ofrecer soluciones propias integradas con la tecnología de Sage o coordinarnos con otros partners más pequeños para desarrollar proyectos conjuntos. Nuestra relación como partner por tanto se basa en un programa global, en el cual Sage ha desarrollado una comunidad centrada en el win to win. En Sage respetan y conocen profundamente nuestros negocios, hasta el punto en que, en nuestro caso particular, forman parte de los comités mensuales de negocio. En definitiva, llevamos 20 años trabajando juntos y día a día nos preocupamos de reforzar el compromiso juntos, tanto profesional como personal. No hay que olvidar que detrás de cualquier empresa o negocio, hay personas.