EN LA FRONTERA / OPINIÓN

Antídotos contra la crispación

12/11/2023 - 

Llevo semanas pasando de puntillas por el monotema nacional: la investidura de Pedro Sánchez tras ceder a las exigencias del inquilino de Waterloo. No me parece decorosa una amnistía a boleo, ni me parece decoroso el referéndum, ni la condonación de la deuda, ni un régimen fiscal similar a todos los efectos al del régimen foral de Navarra (y, parcialmente, País Vasco). Siempre he pensado que se tenían que haber repetido las elecciones, ya que ninguno de los dos partidos mayoritarios (PP y PSOE) tenían una mayoría nítida para formar gobierno: al PP no le salían las cuentas y el PSOE ha tenido que negociar con ciento y la madre.

Estar en desacuerdo con el pacto alcanzado con Junts (heredero de la antigua CiU) no me provoca sarpullidos; ni echar espuma por la boca. Más bien me aburre soberanamente: aún así, albergo la convicción de que la maniobra de Sánchez tendrá tarde o temprano un efecto bumerán para los socialistas españoles, incluido un amplio sector de votantes que asisten atónitos al espectáculo. Los ultras toman la calle ante las sedes socialistas; Wyomin y Ferreras les prestan toda su atención. La Sexta, el brazo tonto de Vox. Vox, el brazo tonto del PSOE.  Los ultras se tiran al monte, llamando a rebato. Algunos obispos (el de aquí) también. Portadas apocalípticas: “El PSOE humilla al Estado” (ABC). Abascal en su salsa: y Sánchez también. Y la izquierda a la izquierda del PSOE siempre dispuesta a combatir el fascismo. A ver quien vomita más y mejor. Nadie, como escribía ayer Lucía Méndez en El Mundo, se manifiesta por los pobres, por la especulación, por la infravivienda, por los severos apuros que pasan miles de familias en los extrarradios de las grandes urbes...

Ante la crispación, opto por refugiarme en la alegría. En La tentación de existir, subvirtiendo el sentido del libro de aforismos de Cioran. Asisto el viernes a un concierto de Rodrigo Cuevas: dos horas de vida y de desenfado. Rodrigo Cuevas tiene el cuerpecillo de Prince, el bigote de Freddie Mercury, además de la sabiduría de leer entre líneas el folclore popular, con perversiones textuales y gestuales: sus contorneos queer. Reventón en el Gran Teatro de Elche y una ovación que hacía siglos que no escuchaba en un coliseo. Interpretó Rambal, su himno, en inmenso homenaje a las minorías sexuales disidentes del tardofranquismo; y de hoy. Y suplicó al respetable que disfrutara sin límites de cualquier rendija de libertad. Enhorabuena al programador, Julián Sáez. Menos mal que no acudió ningún edil de Vox... Hay vida a pesar de Vox.

Ante la melé nacional, como decía, me refugio en la sana profilaxis de la alegría, de la cultura. Los artistas  Jesús Zuazu, Miguel Bañuls, Massimo Pisani, Hans Some y Carlos Martínez preparan para el próximo 17 de noviembre, en la Avenida de la Constitución de Alicante, un movidón bajo el eslogan de Cinco formas  de intervenir el espacio. A las 19:00 horas. Andrés Medina, arquitecto y profesor de la UA, diserta sobre el 90 aniversario de la ordenación de la Playa San Juan: del plan Muguruza a los PAU. Y ahora está sumergido en un simposio sobre la arquitectura de Ricardo Bofill que se va a celebrar en Calpe los próximos 16 y 17 de noviembre. Le pregunto su opinión sobre el Puente Rojo de Alicante: no lo ve tan adefesio como yo lo retraté en mi último artículo. Y, encima, uno de los que participaron en su diseño, Carlos Martínez de Lasheras, fue profesor suyo en cuarto de Arquitectura.

Lo cotidiano también es profiláctico. Años y años debatiendo en Alicante sobre las zonas acústicamente saturadas en el centro (casco antiguo y calle Castaños y afluentes) y seguimos donde estábamos: sin solución alguna. En punto muerto. Parece que arranca La Ciudad de la Luz, según nos cuentan Raúl Navarro y Miquel González. Parece. El Palacio de Congresos de Alicante también en punto muerto. Y el de Elche. La Fundación CAM de Luis Boyer quiere pegar un pequeño pelotazo con la venta del antiguo Casino de Elche a la Diputación de Toni Pérez para hacer no se sabe muy bien qué. Dicen por ahí que Luis Barcala quiere desechar el paseo proyectado que enlazará Casa Mediterráneo con Urbanova: lo estará repensando. Prefiero pensar.

Y Modesto Crespo, expresidente de la CAM y procesado por cobrar dietones de la entidad “-ilegales” según la sentencia-, asiste a la ruta nocturna para apoyar y censar a los sintecho por iniciativa del Gobierno y grandes municipios y en colaboración con las ONG. Don Crespo, con camiseta de Cáritas. Un ejercicio de expiación que le honra. Los ricos velando por los pobres/pobrísimos. Muy bien. Ocurrió el martes pasado.

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