ALICANTE. No cabe duda de que, en estos momentos, todos los esfuerzos están puestos en continuar controlando el número de contagios por coronavirus, previniendo y actuando con contundencia frente a cualquier atisbo de expansión del virus. De ello dependerá, en gran medida, el devenir no solo sanitario, sino también económico del país.
No obstante, la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (Anecpla) alerta de que no se debe bajar la guardia frente al riesgo de proliferación de otro tipo de infecciones como la legionelosis, una amenaza cuyo número de personas afectadas no para de crecer en nuestro país desde el año 2013, según datos del Instituto de Salud Carlos III.
A este respecto, la directora general de Anecpla, Milagros Fernández de Lezeta, ha alertado de que “ahora que estamos asistiendo a la reapertura de establecimientos como gimnasios, spas, balnearios, centros termales, centros deportivos privados y municipales, etcétera, la amenaza de la Legionella se suma a la del coronavirus. Más aún cuando la mayoría de estos centros llevan meses cerrados, con la posibilidad de que, con el confinamiento, se hayan relajado las medidas para su adecuado mantenimiento”.
Y advierte de que “en estos momentos debemos tener más cuidado que nunca con la posibilidad de la proliferación de casos de Legionella. Es importante que la crisis sanitaria generada por el coronavirus no nos haga relajar las medidas de cuidado y prevención frente a otras amenazas latentes, como es la legionelosis. Hacer frente a un riesgo no debe ni puede suponer que no estemos atentos a otros, algo que nos haría más vulnerables frente a ellos”.
Además, hay otro factor al que debemos estar vigilantes frente a la posible proliferación de casos de legionelosis ya que, tal y como indica Sergio Monge, presidente de Anecpla: “Entre los síntomas que puede manifestar una persona con infección por la bacteria de la Legionella, están la neumonía y la fiebre alta, ya que la legionelosis no deja de ser una enfermedad respiratoria. Esto implica el riesgo de que, en el momento en el que nos encontramos, pueda ser considerada un caso positivo de facto de infección por coronavirus, ya que comparte alguna de la sintomatología con esta nueva enfermedad. En consecuencia, corremos el riesgo de que casos que realmente sean infección por Legionella no se identifiquen como tal, o tarde en hacerse y, como resultado, se traten de forma incorrecta o tardía”.
Además, del mismo modo que se está evidenciando con el coronavirus, la legionelosis tiende a afectar más a hombres que a mujeres y el número de casos aumenta, además, con la edad. De hecho, prácticamente un 80% de todos los casos del 2018 en España, se produjeron en personas de más de 50 años. La legionelosis es una enfermedad causada por la presencia de la Legionella en el agua, una bacteria extremadamente sensible a la temperatura.
Un total de 11.343 casos de legionelosis se registraron en Europa en 2018: un 57% más que en el año 2007, según datos del European Center for Desease Control (ECDC). En España, la tasa de incidencia de esta enfermedad está muy por encima de la media europea; un dato que no deja de empeorar cada año. Según un informe hecho público recientemente por el Instituto de Salud Carlos III, sólo en 2018 se declararon 1.631 casos de legionelosis frente a los 1.493 de 2017 o los 1.020 de 2016. Estos datos muestran un aumento de los casos declarados de legionelosis en 2018, de un 7% sobre los casos de 2017 y de un 57% sobre los de 2016.