ALICANTE. El gigante del aluminio, Aludium, quiere seguir creciendo en Alicante. En sentido literal, no sólo en términos de producción. La compañía afincada en Aguamarga pretende llevar a cabo una ampliación de sus instalaciones para dar cabida a sus nuevas necesidades de fabricación con una propuesta urbanística que se desarrollaría en terrenos de su propiedad, en el entorno de sus propias naves. Esa extensión física y de su capacidad de trabajo permitiría crear en torno a 100 nuevos empleos, en una plantilla conformada por 360 operarios con datos del pasado octubre.
Aludium ya ha tratado de tramitar su proyecto mediante la solicitud de un certificado de compatibilidad urbanística por parte del Ayuntamiento de Alicante. Se trata de un documento informativo en el que los técnicos municipales se limitan a exponer si la actuación propuesta es compatible o no con lo que determina el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Según las fuentes consultadas, la propuesta requeriría de la obtención de una Declaración de Interés Comunitario (DIC) -un cambio de planeamiento que debe conceder la Conselleria de Vertebración del Territorio-, ya que se plantea actuar sobre una parcela de suelo no urbanizable. La concesión de una DIC suele requerir una evaluación de entre seis meses y dos años. Sin embargo, en principio, la compañía pretende hacer valer una certificación expedida a mediados de la década de los setenta por la propia Generalitat en la que se les declaraba exentos de la obtención de esa DIC.
Aludium es, junto a Famosa, la empresa de mayor tamaño instalada en Alicante, además de la principal industria pesada de la ciudad. La multinacional cuenta con otras dos plantas en Amorebieta (Vizcaya) y en la localidad francesa de Castelsarrasin, además de la de Alicante, que, según precisó su presidente, Manuel Ruano, en una visita guiada a las instalaciones girada a finales de 2017, funciona ya al máximo de su capacidad. En ese momento, ya avanzó que la compañía debía abordar a corto plazo dos inversiones para multiplicar su rendimiento: la inauguración de una nueva línea y una nueva cortadora que mejorará la calidad final. La factoría alicantina cerró 2017 con una producción de más de 70.000 toneladas (casi la tercera parte de su producción total en sus tres plantas), lo que supuso un crecimiento del 9% respecto a 2016 gracias a la recuperación del sector de la construcción.
Como publicó Alicante Plaza, la buena evolución de sus cifras de negocio obedece a la diversificación de su producción, ya no sólo limitada al sector inmobiliario, gracias a incursiones en los suministros para la fabricación de automóviles, en la cosmética o, incluso, en las cápsulas de café.