VALÈNCIA (EP). La variación de las niveles hormonales de progesterona y estradiol, a lo largo de las diferentes fases del ciclo menstrual, provocan cambios en varias áreas del cerebro relacionadas con las capacidades cognitivas, las emociones y el comportamiento, según un estudio de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) y la Universidad Paris-Lodron de Salzburgo, publicado en la revista 'Women's Health' (Nature).
La investigación, basada en una muestra de 60 mujeres con ciclos menstruales regulares de forma natural (sin tratamientos hormonales) y de edades comprendidas entre los 18 y los 35 años, se basa en el análisis de la variación de la complejidad de las dinámicas cerebrales (o metaestabilidad) durante la fase folicular temprana, la pre-ovulación y la fase lútea media.
Así, cuanto mayor es la metaestabilidad, mayor es la complejidad de las dinámicas cerebrales y mayor también su flexibilidad y capacidad de procesar la información.
Como resultado, el estudio revela que la complejidad de las dinámicas cerebrales (mayor metaestabilidad) llega a su máximo durante la pre-ovulación, cuando los niveles de estradiol llegan a su máxima concentración; empieza a bajar durante la fase lútea, por un incremento de los niveles de progesterona; y registra su mínimo en la fase folicular temprana, es decir, al inicio del ciclo menstrual. A su vez, estas variaciones están condicionadas por la edad.
La investigación está coliderada por la investigadora del Grupo de Neurociencia Computacional del Center for Brain and Cognition (CBC) de la UPF, Anira Escrichs, y la investigadora del Departamento de Psicología y el Centro por la Neurociencia Cognitiva de la Universidad Paris-Lodron de Salzburgo, Belinda Pletzer.
"Mostramos que las hormonas ováricas modulan la dinámica de todo el cerebro a lo largo del ciclo menstrual", explica Anira Escrichs, del Grupo de Neurociencia Computacional del CBC de la UPF.