MURCIA. La diversidad geográfica de la Región de Murcia la convierte en un territorio lleno de contrastes que cuenta con sierras, llanuras y costas, ofreciendo así todo tipo de alternativas para el ocio en la naturaleza tanto en su litoral como en sus zonas de interior. Por otro lado, como una de las cunas de la civilización española y del mundo que es, atesora un gran número de localizaciones de gran relevancia histórica y monumental. Uno de esos grandes exponentes de su importancia a lo largo de los siglos es el Castillo de Lorca, que se ubica en lo alto de un cerro y que desde ahí luce una de estas construcciones más grandes del país. El conjunto monumental, que adquirió gran protagonismo durante la Edad Media, es visitable por dentro y además cuenta con un parador que ofrece una buena opción para el alojamiento de los turistas. También en la Región encontramos la sierra de Carrascoy, que se levanta imponente alcanzando picos de más de mil metros en un territorio que compone el propio Parque Carrascoy y su valle, entre las localidades de Murcia, Fuente de Álamo de Murcia y Alhama de Murcia. Un entorno que es ideal para hacer recorridos senderistas y otros deportes de montaña.
Sin embargo, no es la única maravilla de la naturaleza que alberga esta comunidad. En San Pedro del Pinatar se localizan las conocidas salinas y arenales en donde es tradicional darse un baño de lodo al tiempo que se puede apreciar la peculiaridad de este Parque Natural, reconocido desde 1992. En la Región de Murcia se encuentra también la localidad de Caravaca de la Cruz, lugar de referencia que cuenta con el privilegio de celebrar su Año Jubilar a perpetuidad cada siete años en torno a la Vera Cruz de Caravaca, una de las reliquias cristianas más conocidas del mundo.
Pero una visita a esta autonomía no puede pasar por alto la majestuosa Catedral de Santa María de Murcia, en el casco antiguo de la ciudad, cuyo campanario, que se levanta a noventa y tres metros de altura, es el tercero más alto de toda España. En su fachada es apreciable el estilo gótico, con ciertas añadiduras del Renacimiento y el Barroco, algo que describe con enorme belleza el paso del tiempo. Por dentro, la capilla de los Vélez, la de Junterones y la de la Inmaculada, con sus reliquias, así como el sepulcro de Alfonso X de Castilla, dan buena muestra de su relevante posición a lo largo de la historia. Un paseo por sus aledaños, antes o después de esa visita obligada al templo cristiano, es la mejor forma de conocer de primera mano el entorno de la capital de la región y sus alternativas gastronómicas, que tampoco dejan a nadie indiferente.
De hecho, recargar las energías será indispensable para continuar una ruta inagotable de opciones culturales y de ocio, tanto en la propia ciudad de Murcia como en sus núcleos urbanos más cercanos. Es el caso de Cartagena, que a escasos cincuenta kilómetros se erige como una de las ciudades más bellas y con mayor herencia del antiguo Imperio Romano: Cartago Nova. Así lo atestiguan las ruinas de un teatro que fue contruido entre el año 5 y el 1 antes de Cristo, con un aforo para unas siete mil personas. Además del propio yacimiento, puesto en valor, se puede recorrer un museo en el que se dan a conocer todos los detalles de esta histórica construcción que se ubica en el centro de la ciudad, junto al barrio del Foro Romano.
Otro yacimiento arqueológico es la Muralla Púnica, que evidencia la intensa lucha que se dio entre las dos ciudades más importantes en la época del Imperio Romano: Cartago Nova y Roma. Esta muralla, construida antes de la era cristiana, hoy se mantiene en pie y en ella se observan vestigios del estilo arquitectónico helenístico. Para llegar hasta ella, hay que transitar por la calle San Diego. Unos restos que se encuentran protegidos por el Centro de Interpretación de la muralla, también en el núcleo urbano de la ciudad. Algo que facilita la visita a otras sorprendentes alternativas culturales como el Museo Naval, donde se exponen objetos que están ligados a este tipo de construcciones con varias piezas de gran interés como una copia de una carta de Cristóbal Colón de 1942, torpedos de la segunda guerra mundial y varios artículos relacionados con Isaac Peral, científico y marino español que creó el primer submarino de la historia. Artefacto que también se muestra al público en la sede de este museo, en el antiguo edificio que albergaba la sede de la Escuela de Aprendices de la Sociedad Española de Construcción Naval, que se encuentra en el Paseo Alfonso XII, en el Puerto de Cartagena.
Pero si algo es altamente demandado, tanto por los vecinos como por los visitantes a estas tierras, durante los meses de verano, son sus playas y calas. En cuanto al perímetro litoral, la Costa Cálida cuenta con doscientos cincuenta y ocho kilómetros de costa en los que se van sucediendo playas de aguas transparentes y poco profundas que generan innumerables espacios paradisíacos con una gran riqueza de formas. Esa variedad geográfica ha dado lugar además a diversas islas, todas ellas de pequeño tamaño y deshabitadas, siendo muchas de origen volcánico. Destaca el conjunto de islas que se encuentran dentro del Mar Menor, así como las que están en pleno Mar Mediterráneo.
En la pedanía de Ramonete, en el municipio de Lorca, se sitúa Playa Puntas de Calnegre, una de las más conocidas. Por otro lado, en aguas del mar Mediterráneo se ubica Cabo de Palos, famoso por sus numerosas calas. Allí está el pueblo homónimo que en una época fue una localidad de pescadores y que hoy en día es una zona turística en la que conocer un poco de la historia del cabo y deleitar el paladar en sus numerosos restaurantes. En esta zona se encuentran lugares sensacionales como las Salinas de Marchamalo y la playa de las Amoladeras. El entorno está protegido bajo la Reserva Marina de Cabo de Palos e Islas Hormigas y las aguas que lo rodean son consideradas como uno de los mejores puntos para bucear. Tantos planes por hacer, tantas cosas por descubrir, que la Región de Murcia conforma el destino perfecto para reactivarse durante las vacaciones y para revivir, reconectarse y, en definitiva, reencontrarse con uno mismo, con la historia, con la familia o con los amigos. www.murciaturistica.es