ALICANTE. Ouigo resuelve la incógnita: su servicio de ferrocarril de alta velocidad a precios asequibles comenzará a conectar Alicante con Madrid, con única parada en Albacete, a partir del próximo 27 de abril. Sus billetes pueden adquirirse desde este mismo martes, con precios a partir de 9 euros, justo un día después de que se activase la línea ofertada por Renfe, a través de su marca AVLO.
Se trata de la tercera conexión puesta en marcha por la filial española de la francesa SNFC Voyageurs en el conjunto del país (opera la línea Madrid-Barcelona desde 2021, y el corredor entre Madrid y Valencia, desde el pasado octubre) con la que aspira a ampliar la temporada alta en los desplazamientos entre la capital y Alicante con ocupaciones de entre el 85% y el 90% de sus plazas disponibles prácticamente a partir de su primer mes de funcionamiento. Cuando menos, esas son las estimaciones que maneja el departamento comercial de la compañía, bajo la coordinación de Federico Pareja, lo que multiplicará la movilidad entre las dos ciudades con el reto de alcanzar los 4.000 viajeros diarios.
Como ya ha informado este diario, la singularidad de los trenes de Ouigo, de dos alturas, constituye la principal diferencia respecto a los servicios de AVLO (ya operativo) y el que prevé poner en marcha Iryo (a partir del 2 de junio), en la medida en que permiten poner en el mercado una mayor disponibilidad de plazas. Cada uno de sus convoyes tiene capacidad para 509 pasajeros. Y la compañía prevé que viajen en doble composición (dos trenes unidos) a partir del primer mes del estreno del corredor, con lo que pretende llegar a transportar a unas 28.000 personas cada semana con cuatro circulaciones al día (dos por sentido) de lunes a domingo.
Así, Ouigo estima que, al popularizar los precios de los billetes, conseguirá captar un perfil de viajero diferente al que utiliza los servicios de AVE convencional, entre familias, turistas, jóvenes y visitantes senior -aunque también profesionales que se desplacen por motivos de negocios- hasta generar un trasiego permanente a lo largo de más de 300 de los 365 días del año, "sin esperar a que llegue el verano o los periodos de vacaciones para viajar para pasar unos días en alguna de las dos ciudades, como sucede ahora, lo que amplía las oportunidades de disfrutar del clima, de la gastronomía o de la oferta cultural", según incidió Pareja.
