ORIHUELA. Si algo ha circulado a lo largo de todo el juicio que, durante más de nueve meses y 58 sesiones, ha juzgado los supuestos amaños y la presunta trama de corrupción política y empresarial en torno al contrato de recogida y tratamiento de basuras de Orihuela, ha sido la sombra sobre la validez de las escuchas. Una bruma que desde el primer día de las sesiones y hasta la última jornada de juicio del caso Brugal, en diciembre de 2019, se dejó notar en la celebración del juicio a los 34 acusados de participar en supuestos amaños. Ayer, todos ellos, contando con las mercantiles involucradas, fueron absueltos por la sección séptima de la Audiencia de Alicante, con sede en Elche de todos los cargos que se les imputaban y que pasaban por prevaricación, fraude, cohecho, tráfico de influencias, extorsión, coacciones, asociación ilícita, uso de información privilegiada y delito electoral.
En marzo de 2019, en la primer sesión del juicio de la rama oriolana del caso Brugal, el abogado de Ángel Fenoll, Mariano Bo, ya pedía la nulidad de todas las escuchas, pruebas principales para la causa. El letrado consideraba "que hay falta de motivación para el inicio de las escuchas, que comenzaron con el pretexto de investigar la contrata de basuras de 2006, pero que, según argumentaba el abogado, "se usaron durante tres años de forma prospectiva". A esta petición se adhirió toda la defensa de los 34 acusados.