ALICANTE. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, viaja en tranvía hacia las próximas elecciones autonómicas del 28 de abril. La red metropolitana del Tram parece confirmarse ya como una de sus principales propuestas de futuro para la segunda ciudad de la Comunitat, a la que trata de sacar todo el jugo posible, después de que, este miércoles, anunciase el impulso del proyecto para conectar con la estación de ferrocarril de Renfe el trazado en subterráneo que ahora finaliza en la estación de Luceros.

La propuesta en sí misma no es nueva: lleva aparcada desde que se inauguró la estación de Luceros, en 2007. De hecho, el cajón subterráneo está excavado bajo la avenida de la Estación y sólo faltaría completar los últimos 200-300 metros de distancia para que se produzca el entronque efectivo con la terminal del ferrocarril. Según las explicaciones facilitadas por el propio jefe del Consell, y aspirante a la reelección, se prevé una inversión de entre 30 y 35 millones para que el servicio pueda estar operativo entre finales de 2022 y principios de 2023.

El proyecto comprendería la instalación de la infraestructura tranviaria (vías y catenaria), además de la conexión física que permita el tránsito de los viajeros desde los andenes del Tram hasta la terminal de Renfe y viceversa. Todo, al margen de la mejora de la movilidad urbana y de la intermodalidad, con el objetivo de aumentar las frecuencias de paso de todas las líneas de la red. Puig llegó a señalar que con la prolongación del servicio hasta Renfe, se ganaría el espacio y la capacidad de maniobra necesaria para que pudiese iniciarse una recorrido de cualquiera de las cuatro líneas actuales cada 4 minutos, en lugar de cada 6, como sucede ahora.  

El anuncio sobre el lanzamiento del proyecto se hizo público justo a un mes de la cita con las urnas, en una comparecencia junto al candidato a la Alcaldía de Alicante por el PSPV, Paco Sanguino, y se identificó como una propuesta incluida en el programa electoral del PSPV-PSOE. Puig explicó, en todo caso, que no se trata de una iniciativa improvisada y que se aborda ahora "porque sabemos cuál es la situación económica y que existe disponibilidad presupuestaria". Lo cierto es que, como publicó Alicante Plaza, se trataba de una propuesta que estaba sobre la mesa de la Conselleria de Obras Públicas y Vertebración del Territorio desde hacía meses.