ALICANTE. Tener amigos hasta en el infierno podría ser la expresión sinónima de crear sinergias. También dentro del periodismo cultural se aplica el cuento y así se expuso durante las jornadas de comunicación cultural ComunicALC, que tuvo el MACA como sede durante la tarde del viernes 22 de octubre (si bien la primera sesión se celebró la semana anterior, el viernes 15) y que estuvieron organizadas por el IAC Juan Gil-Albert. Esta segunda sesión estuvo dividida en dos partes: una mesa redonda con especialistas y una ponencia a cargo del doctor en Humanidades Jorge Carrión.
En el coloquio coral que precedió a esta charla final estuvo moderado por el crítico cultural Eduard Aguilar y protagonizada por Elisa García McCausland, periodista e investigadora especializada en cultura popular; Pampa García Molina, coordinadora y redactora jefa de la Agencia SINC de la Fecty y especialista de comunicación científica; Carlos Pérez de Ziriza (quien no pudo estar en la primera jornada), crítico de música pop y rock desde hace algunos años en medios como El País, Mondosonoro, Efe Eme o Cartelera Turia y Santi Carrillo, director de la revista Rockdelux.
El arranque se vertebró por la necesidad de educar a las nuevas generaciones en el consumo de cultura y el correspondiente pago por esta cultura, ya que Internet ha normalizado los contenidos gratuitos. En este sentido, el director de la revista musical expuso que "Rockdelux dejó de existir en mayo de 2020 (desde 1980) porque el mundo cambio a partir del boom de internet y la digitalización de los contenidos". Sin embargo, en diciembre de 2020 volvieron a estar activos, aunque con una condición: "Somos una web con suscripción, es decir, quien quiera leer los contenidos se tiene que suscribir, porque ha llegado un punto en que la gente cree que todos los contenidos de internet tienen que ser gratis".
La polémica de pagar por el contenido derivó en dos conclusiones: el (des)prestigio de la cultura, "ya que hay quien encuentra cara una suscripción a Rockdelux por 3,99 euros al mes y, sin embargo, no se quejan del precio de los gintonics", comparó Santi Carrillo, y la situación económica actual, "pues la gente joven tiene expectativas de futuro con unos sueldos muy bajos; es difícil que si dispones de poco dinero puedas emplearlo, por ejemplo, para suscribirte a Rockdelux".