SAN VICENTE DEL RASPEIG. En los últimos años, la rama del Taller de Empleo de atención sociosanitaria de San Vicente del Raspeig lleve a cabo las prácticas de su alumnado en centros de personas dependientes. Este año las realizan en la residencia de mayores del Hogar Provincial y en el centro de salud mental Doctor Esquerdo de la Diputación de Alicante. Debido a la situación de emergencia de salud pública ocasionada por la covid-19, se adoptaron en estos centros medidas extraordinarias. Para dar cumplimiento a las normas sanitarias, las visitas de familiares y las salidas quedaron suspendidas y las personas residentes, más aisladas.
Los responsables de este taller que lleva a cabo el Ayuntamiento de San Vicente con financiación del Servei Valencià d’Ocupació i Formació (Labora) lo vieron claro: hay que modificar la programación del curso y adaptarla. La pandemia manda y la nueva prioridad pasó a ser paliar, en la medida de lo posible, las consecuencias negativas de la covid en el estado de ánimo de estas personas. En otras palabras: aliviar sus miedos y reducir sus angustias con programas de estimulación y acompañamiento psicosocial, explica Mónica Pérez, profesora del taller.
Les han atendido, les han acompañado, les han hecho reír. Han bailado con ellas, las han entretenido y, en definitiva, les han procurado una estancia más feliz. Y es que, además de sus funciones relacionadas con la atención higiénico-alimentaria y sanitaria, las alumnas han realizado actividades de estimulación cognitiva y acompañamiento terapéutico basado en el juego, la musicoterapia y la laborterapia. Los responsables de ambos centros han valorado de forma muy positiva el trabajo de unas alumnas que han añadido valor a la calidad asistencial.