SAN VICENTE DEL RASPEIG. La cultura parece haber quedado casi petrificada después del azote pandémico de la covid-19. Sin embargo, en ese casi habitan conciertos, funciones teatrales y otro tipo de espectáculos que -aunque en mucho menor porcentaje que el resto de años- están aconteciendo a lo largo del verano. Eso sí, cumpliendo con las medidas de seguridad para prevenir el contagio del coronavirus y, en multitud de ocasiones, reinventando la cultura e ingeniando nuevas formas de poder llevarla adelante.
En el caso de San Vicente del Raspeig, el municipio acogerá distintas expresiones culturales durante los fines de semana de agosto a través del programa Estiu Cultural, sucesor del antiguo Veranearte. La concejalía de Cultura y Memoria Histórica del Ayuntamiento estrena esta renovada iniciativa cultural, que reparte las actuaciones por varias zonas de la localidad para descentralizarlas y facilitar, así, el acceso a las familias.
Teatro, danza o música son algunas de las disciplinas que se incluyen en el programa, siendo los protagonistas del sábado 8 y el domingo 9 un concierto y una fusión de cuentacuentos teatralizados, respectivamente. Girasoles sirvió como sede de la primera sesión del fin de semana, acogiendo la voz y la guitarra de Marvin Labara con su concierto Han cambiado los tiempos. Boleros y baladas.