FINESTRAT. Juanfran Pérez Llorca (Finestrat, 1976) accedió a la Alcaldía de su pueblo en la legislatura de 2015. Lo hacía por un 54,59% de los votos, que mejoró en las dos legislaturas posteriores: en 2019 llegando al 64,25% y en el 2023 al 73,4%, convirtiéndose en uno de los alcaldes con más apoyo en la Comunitat Valenciana. Un aval que los vecinos le han ido cediendo poco a poco y al que ha respondido sin grandes polémicas en su mandato. Diez años después, se despide del municipio que le vio nacer para estar al frente de la Generalitat Valenciana.
Aunque accedió a la Alcaldía hace diez años, su trayectoria comenzó hace 21 años. Primero como concejal de la oposición durante la legislatura del socialista José Miguel Llorca. Y cuatro años después, como edil del gobierno del PP de su compañero de filas Honorato Algado, al que sucedería después de dos legislaturas al frente del Ayuntamiento. "No hay nada más bonito que ser alcalde y concejal de tu localidad", dijo algo más de dos años, durante su intervención en el acto de constitución de la nueva corporación. Entonces, se marcó como estrategias la regeneración del casco histórico, avanzar en accesibilidad, y consolidarse como destino para vivir y como destino turístico sin perder la "esencia amable y hospitalaria como pueblo".
Desde 2015, la localidad ha cambiado desde varios aspectos en los que ha dejado su huella el ahora president. Uno de los más evidentes es el ascenso del padrón. El último dato del Instituto Nacional de Estadística (INE) lo confirma, en 2024 llegaron a su máximo: 9.352 empadronados. Y esperan que para este año ronden los 10.000 habitantes. Baten récords año tras año desde 2016, momento en el que se dibuja una linea en ascenso constante, siendo el mayor incremento en 2023, cuando ganó 927 habitantes. Y esta evolución se refleja por completo en su paisaje, donde en los últimos años se ha construido urbanización tras urbanización, olvidando épocas donde las calles se creaban para solares vacíos o las viviendas se quedaban a medio construir. La apuesta dista en mucho de la de Benidorm, lejos de los rascacielos, el modelo de Finestrat consume más territorio, basándose en viviendas unifamiliares o complejos de dúplex y villas.
Tampoco escapa a la vista otro de los cambios más significativos, el área comercial de Finestrat. Lo que nació con un centro comercial que ganaba la partida a Benidorm, ha conseguido convertirse en el espacio idóneo para que las grandes marcas entren en la Marina Baixa con sus primeras tiendas. Firmas como Porcelanosa, Leroy Merlin, Obramat o Decathlon se han ido sumando a la oferta de compras que a día de hoy sigue creciendo.
Siguiendo con el urbanismo, el mandato de Pérez Llorca ha encaminado la redacción del Plan General Estructural del municipio, lo que permitirá ordenar el desarrollo de Finestrat para, al menos, los próximos 20 años. Hay que tener en cuenta que la población se rige por las Normas Subsidiarias de 1982. El exalcalde ha retomado esta iniciativa después de que se iniciara en 2016 y terminara fracasando. En manos de la siguiente etapa está que ahora sí, el municipio cuente con carta urbanística propia.
Uno de los problemas más importantes para Finestrat en este siglo ha sido las consecuencias de las riadas en la zona de la Cala. En 2011 falleció un matrimonio británico por una avalancha de agua provocada por las fuertes lluvias. Cinco años después, moría otra persona a escasos metros del trágico accidente intentando recuperar su coche durante otra riada. Por ello, en 2017 realizaron obras de canalización del barranco, en colaboración con la concesionaria del servicio de agua y saneamiento (Hidraqua), con el objetivo de ralentizar la velocidad de las avenidas de agua y reducir el peligro por el riesgo de arrastre, como ya se ha puesto a prueba en los últimos años.

- Juan Francisco Pérez Llorca, en su despacho de la Alcaldía de Finestrat. -
- Foto PEPE OLIVARES
Y de las pocas polémicas que ha tenido en los últimos años ha venido de la mano de un proyecto que a día de hoy sigue en construcción, el ascensor y mirador. Una solución adoptada para mejorar el acceso al Castell, pero que fueron varias las voces que se alzaron en contra por el diseño y su impacto visual. Después de años trabajando en su construcción, su finalización llegará ya con Pérez Llorca como president de la Generalitat. El proyecto cuenta con financiación de fondos europeos Next Generation. Una ayuda que está permitiendo que muchos municipios puedan desarrollar actuaciones de envergadura.
Dentro de estos proyectos regados con fondos europeos se encuentran las obras de estabilización del talud de La Penya y el alumbrado ornamental o la 'Vía Verde' que une la Cala con el bulevar comercial para peatones y ciclistas.
Una de las grandes aspiraciones de Juanfran Pérez Llorca como alcalde también estaban en proceso: la construcción del instituto. Aunque en su capítulo de proyectos pendientes quedará la espinita de levantar el tercer colegio en el municipio o la reclamada apertura de un nuevo cuartel para la Guardia Civil.
Este viernes, Juanfran Pérez Llorca presentaba su renuncia en el Ayuntamiento, donde se despedía de compañeros después de dos décadas trabajando en la administración local. Tras su salida, se mostró convencido de que el Consistorio va a seguir creciendo y mejorando la calidad de vida de los vecinos y los servicios. Un reto que seguramente asumirá su número 2, Nati Algado.