ALICANTE. La lista de grandes morosos con el fisco que anualmente publica el Ministerio de Hacienda constata que, un año más, la Agencia Tributaria lo tiene crudo para ingresar las estratosféricas cantidades que reclama a empresas alicantinas. La mayoría, arrastradas desde que la crisis inmobiliaria de 2008 se llevó por delante a muchas empresas del sector, que no han llegado a recuperarse.
Según la información recogida en el listado, entre cinco promotoras alicantinas adeudan más de 80 millones de euros a las arcas públicas, con el agravante de que muchas de estas promotoras ya han desaparecido o están en proceso de liquidación, con lo cual la deuda pasará a ser incobrable. Al frente de los grandes morosos de la provincia figura, un año más, el promotor ilicitano Ramón Salvador, que en los últimos doce meses (los datos son de diciembre de 2022) no ha logrado reducir ni un céntimo su deuda con Hacienda.
Así, Residencial Mira Llevant, la principal empresa de Salvador, sigue adeudando 41,8 millones de euros en impuestos, la misma cantidad que hace un año. Y a esta cifra hay que sumar la deuda personal del propio promotor, que también se mantiene inalterada: 2,26 millones. En 2021 el empresario sí logró reducir ligeramente la cantidad reclamada, como contó este diario.
A continuación figura la promotora alcoyana Luxender, tristemente famosa por haber quebrado mientras impulsaba la urbanización de Serelles en la ciudad de los puentes y por haber protagonizado un polémico concurso de acreedores. Tampoco parece que Hacienda vaya a cobrar en este caso los 12,8 millones que reclama. Caso similar al de los dos siguientes morosos, Las colinas de Finestrat y Altea Futura, promotoras con sendas deudas de 12,3 millones cada una. La segunda, que formó parte del conglomerado de la inmobiliaria Ballester, ya ha sido liquidada.