ALICANTE. El año 2022 tenía que ser el de la recuperación después de dos ejercicios marcados por la pandemia y sus restricciones, pero las empresas de la provincia de Alicante se encontraron con que el lado ascendente de la ‘V’ tenía que sortear nuevos retos como la inflación por el precio de la energía y la crisis de materias primas, y luego una guerra al lado de casa, con la invasión de Ucrania por parte de Rusia, que sigue generando consecuencias económicas meses después. Muchos expertos vaticinan que estamos a las puertas de una nueva recesión, pero los empresarios alicantinos destacan que —a pesar de los evidentes problemas endogámicos, como la crónica falta de inversión pública en la Costa Blanca o la elevada exposición al sector servicios— cerramos un ejercicio positivo, y que las perspectivas para 2023, más allá de las amenazas macro, no son tampoco malas. Es decir, que la crisis que se supone que se avecina podría ser menos crisis, y que quizá dentro de doce meses podamos hablar incluso de otro año positivo.
Para conocer en profundidad las sensaciones y las claves del tejido económico de la provincia, Alicante Plaza ha reunido un año más a los representantes de las principales asociaciones empresariales e instituciones de Alicante, para hacer balance de 2022 y ver con qué perspectivas se afronta 2023. En el diálogo participaron el presidente de CEV Alicante, Joaquín Pérez; el presidente de Ineca, Nacho Amirola; la presidenta del Círculo Directivos de Alicante, Eva Toledo; el vicepresidente de la Cámara de Comercio de Alicante, Jesús Navarro; la presidenta de Aepa, Marcela Fernández; el presidente de Jovempa Federación, Hugo Quintanilla; el presidente de Terciario Avanzado, Pedro Fernández, y la miembro de la junta directiva de Aefa, Carmen Berbegal. Todos ellos coincidieron en señalar que, pese a las amenazas, las empresas alicantinas atraviesan un buen momento, llegan fuertes al final del año con buenos datos de facturación y balances saneados, y que aquellos que hayan hecho los deberes pueden afrontar con moderado optimismo el inicio de un 2023 que estará marcado una vez más por la incertidumbre.