VALÈNCIA. La sostenibilidad es un pilar fundamental en la estrategia turística de València. Un compromiso con el planeta y los ciudadanos, pero también con el turista, que busca un lugar de vacaciones donde sentirse seguro, integrado en la comunidad local y responsable con el destino que visita. Un cambio de paradigma en el que València ha ido cumpliendo algunos hitos, como calcular la huella de carbono de su actividad turística y certificarla, convirtiéndose en el primer destino turístico en el mundo en hacerlo. Un concepto de sostenibilidad que no se limita al medioambiente, sino que es global y toma medidas que mantengan un crecimiento sostenido y sostenible. Así lo remarca Tono Franco, director de Visit Valencia, que explica que esa manera de entender el turismo hace que elijan València como un lugar en el que vivir —es la mejor ciudad del mundo para vivir, según el ranking de InterNations— y a la que visitar.
Y es que, solo hay que mirar las distintas medidas que se han llevado a cabo para mejorar la movilidad en la ciudad, como los más de 200 kilómetros de carril bici y la Valencia Tourist Car, con la que “se facilita la movilidad a los visitantes de València y se les facilita que vayan a un precio razonable o gratis a determinados recursos turísticos". Además, cuenta con iniciativas para descongestionar lugares que ahora son emblemáticos con medidas como una tapa y una caña. Asimismo y sin salir del terreno gastronómico, expresa que se está poniendo el foco en el producto porque “nos hace realmente diferentes”. Un signo de identidad que “cuando uno refuerza los signos de identidad de los destinos realmente está haciendo política de sostenibilidad”. Sin olvidar que València es la Capitalidad Verde 2024, "una oportunidad única de decir al mercado y a la ciudadanía que estamos en un camino realmente magnífico".