ALICANTE. Se ha puesto de moda. Esas modas de un par de minutos que circulan por las redes ubicuas que acaban convirtiéndose en noticia, en una autofagocitación a menudo indigesta, un programa de viajes conducido por Michael Portillo, aquel delfín tatcheriano de origen abulense, sevillano de adopción, que, decimonónica guía Bradshaw en mano y mefistofélica sonrisa en el rostro, demuestra que no hay nada como ojear y hojear para encontrar las rutas más sugerentes. Una guía en mano es la mejor promesa de nuestros mapas futuros.
Sirva esta digresión para presentar la nueva aportación bibliográfica del crítico cultural Eduardo Guillot (València, 1967), actualmente a cargo de la dirección de programación de la Mostra de València-Cinema del Mediterrani, la segunda dentro de las Filmografías esenciales de la Editorial UOC después de la publicación de Sueños eléctricos en 2017, esta vez como coordinador de uno de estos volúmenes de 50 películas seleccionadas, en el que ha participado un heterogéneo pelotón de sprinters y escaladores de la crítica cinematográfica latinoamericana: desde la limense Mónica Delgado hasta montevideana Mariángel Solomita Chiarelli, pasando por Karina Paz Ernand, Yoshua Oviedo Ugalde, Marcelo Morales, Sergio Raúl López, Diego Lerer, Marta García y Karly Gaitán Morales, habanera, josefina, santiaguino, toluqueño, bilbaína y managüense, respectivamente: Un lugar en el mundo. El cine latinoamericano del siglo XXI en 50 películas.