ELCHE. Tal y como estaba previsto, la Dirección General de Costas, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica, ha accedido a forzar jurídicamente la demolición del esqueleto de cemento y amianto que supone el hotel de Arenales del Sol. Algo que se buscaba desde el equipo de gobierno en esta reunión, como adelantó este medio. Tras el varapalo primero del Tribunal Supremo (TS) y del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) después, al respaldar la sentencia de la Audiencia Nacional, que declaró ilegales las obras llevadas a cabo por la concesionaria Princesol, aumentando el volumen del inmueble —algo para lo que no tenía permiso—, ahora el bipartito ha conseguido lo que buscaba: que Costas acceda a actuar contra la mercantil.
Tras conocerse estas dos sentencias, que han sido claves para desatascar la maraña judicial sobre la que se cernía el decadente inmueble, el alcalde buscaba una reunión con la directora del servicio provincial de Costas para que le tomara el guante y poder obligar a la concesionaria a derribar la estructura. Y de momento parece que así lo ha logrado. Una vez más, el regidor instaba a la firma a que repusiera el vallado del hotel que la borrasca Gloria se llevó por delante, por el peligro para los viandantes. De no hacerlo, actuará el Consistorio subsidiariamente de forma inmediata por lo que consideran una situación "urgente". Tras esta actuación, que es la prioritaria en el corto plazo, este martes Carlos González volvía a pedir a la concesionaria que derribara el inmueble.