ORIHUELA. El interventor accidental del Ayuntamiento de Orihuela, que llegó en 2005 y supervisó el pliego de la contrata de basuras en marcha en aquel momento, puso un reparo suspensivo, tras fiscalizar y manifestarse en desacuerdo, al no hallar contrato en el servicio de gestión de las basuras oriolana. La formulación de un reparo suspende la tramitación del expediente hasta que sea solventado, bien por la subsanación de las deficiencias observadas o bien, en el caso de no aceptación del reparo. El alcalde de Orihuela en 2005, José Manuel Medina, desconocía esta figura de fiscalización y las de este técnico fueron las primeras que se efectuaron en Orihuela.
Este técnico declaró ayer, como testigo, dentro del juicio del Caso Brugal. Fue una jornada en la que también respondió a preguntas de la Fiscalía y la defensa, un administrativo del área de Contratación de Orihuela que también trabajaba en 2005. El interventor accidental, asegura que no solo puso reparos en ese contrato de recogida de residuos, sino en varios de ellos, entre ellos algunos relacionados con Colsur y Proambiente, empresas de Ángel Fenoll.
Este técnico entró en el Ayuntamiento oriolano en noviembre de 2005, cuando se estaba gestando la nueva contrata para las basuras, en la que Urbaser recibió la mayor puntuación, pero que al final acabó desierta en 2007. Este trabajador del Ayuntamiento respondió, en primer lugar, a las preguntas de Fiscalía. Desde el primer momento, comenzó a poner reparos en varios de los contratos, según su declaración de ayer.
En julio de 2005, el nuevo contrato de basuras empezó a fraguarse. El interventor llegó en noviembre de ese año y sus reparos no fueron exclusivos por el contrato en la costa. Según relató ayer, en Orihuela ciudad, existía un contrato de tres millones de euros, mientras que en la costa se pagaban cuatro millones por un servicio que incluía más servicios, como limpieza viaria, recogida de algas y enseres. Proambiente se dedicaba al tratamiento de desechos con un contrato de unos 700.000 euros. Para todos ellos puso reparo el interventor, a partir de noviembre de 2005. "Había que poner orden y así lo hice. La mayor parte de sus servicios afectaban a Colsur y Proamiente, que eran los servicios más caros".