ALICANTE. La cátedra Economía Azul, constituida por la Universidad de Alicante (UA), la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH) y la Generalitat Valenciana en 2017, conmina a las administraciones y a la empresa privada a cooperar para exprimir las posibilidades de desarrollo de las actividades vinculadas al medio marino en la Comunitat potenciando sectores como la pesca, la acuicultura y la náutica con una regulación ordenada con el fin de no perder las oportunidades que ofrecen. Sobre todo, si se tiene en cuenta que la Comunitat -y de forma destacada, también la provincia de Alicante- se encuentra ranqueada entre las tres y cuatro primeras plazas en la mayoría de esas actividades respecto al conjunto del país.
Ese es, a grandes rasgos, el resumen de la receta planteada en la propuesta de Estrategia Azul de la Comunitat Valenciana editada por la cátedra, presentada este viernes en el Museo de la Ocean Race en Alicante. Se trata de un estudio que viene a sintetizar con datos empíricos la situación actual en cada uno de esos ámbitos económicos y las iniciativas a impulsar "desde una perspectiva transversal" para mejorar resultados, según explicó el director de la cátedra, el profesor Fernando de Rojas. "No podemos permitirnos que la Comunitat no tenga todavía definida una estrategia al respecto global al respecto", enfatizó. Sobre todo, según recalcó, si se tiene en cuenta que, de acuerdo con los datos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) el impacto de la economía azul asciende a 24 billones de dólares, y que, además, los últimos programas diseñados por la Unión Europea apuntan en esa dirección, con el desarrollo de distintas líneas de subvenciones.
En esta línea, De Rojas concretó que el conjunto de actividades económicas vinculadas al medio marino emplean a más de 315.000 trabajadores en el conjunto de la autonomía, lo que supone un 15% de la ocupación, y que aportan el 20% del valor añadido bruto, tres puntos por encima de la media nacional. "Eso", incidió, "es consecuencia del gran peso que supone el turismo en la Comunitat". No obstante, subrayó el peso del resto de sectores, dejando al margen a esa industria.
En esta línea, señaló, en primer término, la necesidad de reforzar el sector pesquero de la Comunitat. "Se trata de un sector ya organizado" hasta el punto de que "somos la cuarta autonomía en ese espacio. "Los recursos marinos nos aportan el 1,4% del PIB", enfatizó, por lo que abogó por poner en marcha políticas de fomento y recuperación y que permitan "aumentar su rentabilidad".
En segundo término, la propuesta de estrategia trazada por la cátedra apunta a la necesidad de potenciar la acuicultura al tratarse de "un mercado de perspectivas de crecimiento". Así, señaló que en la Comunitat "somos líderes en producción de dorada, angula, corbina, clotxina y lubina" con lo que "planteamos un reto a Galicia y Andalucía", dijo. Precisamente por ello animó a avanzar en la exploración e introducción de nuevas técnicas de filtrado y de sistemas de recirculación de aguas para limitar la generación de residuos. Todo, además, procurando una "adecuada ordenación del territorio" e implantando innovaciones de carácter biotecnológico mientras se potencia la calidad y la proximidad del producto.
En tercer lugar, citó precisamente la importancia de la industria biotecnológica que se vale de los recursos del medio marino al destacar que "somos productores del 25% de algas y fitoplancton, lo que supone una ventaja competitiva a explotar" dado su uso en farmacia, cosmética o productos de alimentación. "Ahora el problema al que nos enfrentamos es el de la capitalización porque muchas de las empresas de ese sector no encuentran vías de financiación para que sus iniciativas puedan salir al mercado", explicó. De ahí que señalase la necesidad de constituir joint ventures aprovechando sinergias entre universidades y la empresa privada para facilitar la inyección económica que permita activar la explotación de esos productos.
En cuarta posición, se refirió a la trascendencia de los puertos deportivos, en la medida en que "la Comunitat es tercera en puertos deportivos y marinas en el conjunto del país". Es más, señaló que, en concreto, la Costa Blanca acumula una oferta de más de 21.000 amarres, a la que se suman otras actividades asociadas como el buceo, el remo o el surf. De ahí que conminase a abordar la regulación de las concesiones que sigue pendiente desde hace décadas para ordenar la costa.
En quinto lugar, también señaló que no pueden olvidarse las áreas marinas protegidas por "el valor económico" que aportan al resto de actividades ligadas a la economía azul. Así, apuntó que sería conveniente profundizar en la ordenación del territorio para mejorar y ampliar esa protección con el uso de nuevas herramientas como la inteligencia artificial o la implantación de "flexibilidad jurídica". Además, también sugirió la posibilidad de que se reconociese como elemento singular la especificidad de los municipios marinos, al nivel de reconocimiento de los municipios turísticos o industriales.
También el transporte marítimo
Como sexto pilar de esa estrategia autonómica sobre la economía azul, De Rojas mencionó el ámbito de la obra pública y de las infraestructuras portuarias. Así, subrayó la importancia del empleo de nuevos materiales y del fomento del transporte marítimo en la medida en que supone la vía de salida para el 40% de las mercancías que se exportan en la Comunitat. Y, al tiempo, apuntó a otros elementos indispensables para mejorar la eficacia del sector como la implantación de la digitalización en la estiba o la electrificación de los puertos.
En octavo lugar, se refirió de forma específica a la náutica para señalar que la Comunitat es la cuarta autonomía del país en número de embarcaciones matriculadas y que los puertos deportivos se encuentran al 100% de ocupación durante la temporada alta. En este sentido, insistió en que se trata de un actividad que contribuye a dinamizar el turismo y que se extiende con brazos como los varaderos, los servicios charter, la reparación y mantenimiento, la electrónica, la fibra...