Fogueres

No es un 'adiós' al fuego, sino un 'hasta luego'

Una gran palmera blanca iluminó la ciudad desde el castillo antes de iniciar la ‘cremà’ prendiendo primero las hogueras oficiales en la gran noche de fuego

  • Un momento de la cremà de la Hoguera Oficial de 2025.

ALICANTE. La Nit de Cremà volvió a convertir Alicante en un gran brasero de emociones compartidas, entre lágrimas y fuego, con 182 monumentos ardiendo al compás de una ciudad que se despide de sus fiestas grandes sin perder el aliento. A las doce en punto, la tradicional palmera blanca estalló sobre el cielo desde el Castillo de Santa Bárbara. Un disparo impecable, ejecutado por Pirotecnia Hermanos Ferrández, de Beniel, que marcó el inicio de la cuenta atrás para iniciar el fuego purificador.

Como manda el protocolo, las llamas comenzaron en la plaza del Ayuntamiento, donde se alzaban las hogueras oficiales. Este año, dos nombres lo decían todo: Identidad, la hoguera adulta firmada por Pedro Espadero, y H2O, la infantil, una propuesta de Sergio Gómez cargada de fuerza simbólica. Ambas fueron pasto del fuego con precisión quirúrgica tras la intervención de los bomberos, entre aplausos, lágrimas y una marea de móviles alzados para capturar el momento.

"Cuando vi la hoguera de pie sentí una gran emoción y, al mismo tiempo, un gran alivio después de tanta tensión y esfuerzo; la reacción de la gente ha sido muy positiva, lo que me ha alegrado muchísimo, porque trabajamos para la gente y, si no hubiese gustado, habría sido un fracaso, pero he estado recibiendo muestras de cariño y de aceptación del monumento todos estos días", describía Pedro Espadero sobre su obra, que ya es ceniza, pero que con esa respuesta del público ha obtenido más motivación. "Me ha animado para seguir trabajando e intentarlo de nuevo el próximo", sentenciaba.

Ser artista de hogueras no es solo trabajo, es una emoción que se hace adictiva y que llega a su eclosión en la Nit de Cremà. "En ese momento ha habido una mezcla de sentimientos; se me ha hecho un nudo en la garganta, porque llega el final, el instante en el que tiene que brillar la hoguera, cuando culmina todo el esfuerzo de todo el año y, al mismo tiempo, es el principio de nuevos proyectos", describía Espadero, quien tenía un especial recuerdo a un buen amigo que, por primera vez, no le ha acompañado en este momento. "Esta cremà ha sido especial porque no he podido quitarme de la cabeza el recuerdo de mi amigo, el piroténico Pedro Luis Sirvent, y sus hijos le han hecho un gran homenaje, por lo que ha sido muy especial para todos", afirmaba el artista.

  • La palmera disparada desde el monte Benacantil para dar inicio a la cremà. -

La cremà de los monumentos oficiales también fue especial, ante la situación propiciada por el cierre de los balcones del edificio consistorial, por motivos de seguridad. De hecho, esa circunstancia fue la que permitió que las Belleas del Foc, Adriana Vico y Valentina Tárraga, pudiesen presenciar, junto a sus damas, el disparo de la palmera desde la Plaza del Ayuntamiento, como subrayó el alcalde, Luis Barcala, cuando las llamas de las dos hogueras habían quedado sofocadas. El mismo primer edil apuntó, además, que 'Identidad' había ardido tal como estaba programado, "desde el corazón que ocupaba su espacio central".

Con las hogueras oficiales, comenzó una noche larga y coreografiada al milímetro. Alicante dijo adiós a 91 monumentos adultos y 91 infantiles en calles, plazas y cruces de toda la ciudad, en un ritual que es memoria, presente y promesa de futuro. La cremà se vivió con intensidad en cada rincón, entre la tristeza inevitable del final y la euforia de una ciudad que se reconoce en sus llamas.

Dispositivo de seguridad

El dispositivo de seguridad volvió a estar a la altura de una fiesta de primer nivel: 180 bomberos del Speis y 60 vehículos, distribuidos en seis turnos y tres tramos horarios de intervención: 00.00, 1.30 y 3.00 horas; 340 policías locales, repartidos en 47 equipos, 11 de ellos de refuerzo; y 70 voluntarios de Protección Civil, además de tres soportes de Cruz Roja. Todos ellos velaron por el buen desarrollo de la cremà como colofón de les Fogueres de 2025, marcadas este año por la alta afluencia de visitantes y la climatología benigna, al margen de las altas temperaturas. Un año de récord, en el que no se habría registrado ningún incidente de relevancia, como también apuntó Barcala, en un primer balance provisional del desenlace de las fiestas.

"Sea cual sea el balance final, que lo haremos con datos concretos, nunca había habido tanta gente en Alicante, nunca las Hogueras habían movido tantísimo visitante y la nota predominante es que no ha habido incidencias, que todo ha transcurrido dentro de la más absoluta normalidad, y creo que de eso nos tenemos que felicitar", recalcó. Han sido, dijo, "las mejores hogueras de la historia, que era lo que queríamos; la gente ha sido feliz y las montamos para eso", apuntó. "Hicimos unos preparativos para mucha gente, hasta dos millones de visitantes", recalcó, en alusión al refuerzo del dispositivo. Así, durante la cremà, el despliegue fue total, especialmente en los momentos más críticos, como las quemas en enclaves céntricos o con mayor afluencia de público.

“Cada hoguera que arde es también un latido de la ciudad”, resumía un veterano foguerer junto a las llamas, entre abrazos y despedidas. El Ayuntamiento ha destacado la normalidad con la que se desarrolló la noche, sin incidentes reseñables, y ha querido agradecer a los cuerpos de seguridad, los bomberos, los artistas, las comisiones y al público "por demostrar que Alicante sabe disfrutar, cuidar y despedirse de su fiesta como merece".

Con las últimas llamas apagadas y los rescoldos aún humeantes, todo el mundo piensa ya en el año que viene porque, en Alicante, el fuego no se apaga: simplemente se toma un respiro. La ciudad volverá arder. No es un 'adiós', sino un 'hasta luego'.

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