ALICANTE. El empresario hotelero y fundador de Room Mate y Be Mate, Kike Sarasola, ha participado esta semana en el evento Opendir celebrado en Alicante. En el marco de este evento, ha hablado con Plaza sobre el sector hotelero, sobre su posición sobre tasas turísticas, pisos turísticos, o "las aglomeraciones" y ha expresado su firme intención de establecerse en la ciudad de Alicante con un nuevo proyecto hotelero, primero y después en más puntos de la Costa Blanca, como Benidorm. Sarasola, que recientemente ha abandonado la presidencia de Be Mate, compañía de alquiler turístico que fundó en 2014, cuenta destalles sobre su visión del panorama turístico, donde no se deja detalles.

-Se ha hablado de metamorfosis en esta edición de Opendir. ¿Está usted también en un proceso de cambio en sus empresas, como con la salida de Be Mate?

-Sí, hemos tenido un cambio accionarial. Pero lo bueno es que han sabido mantener la esencia de la empresa. No ha sido una metamorfosis profunda. No ha habido un cambio de estrategia, ni de valores. Seguimos con los mismos principios: dormir, ducharte, desayunar, las 3D. El nuevo accionariado quiere que sigamos igual, creciendo y cuidando los detalles. Yo estoy muy contento porque nunca hemos cambiado la esencia.

-¿Y su papel en la empresa?

-Yo ya no estoy en la presidencia. Hemos hecho ese cambio, pero la empresa sigue su camino. Siempre hemos mantenido los mismos valores desde el principio, también con Room Mate, y eso no puede cambiar. En este sentido, fuimos los primeros en hacer apartamentos con servicio de hotel con Be Mate. Siempre hemos apostado por modelos diferentes y siempre estamos escuchando, tanto al cliente interno como al externo. Los dos son igual de importantes. Y actuamos en consecuencia.

-¿Ese modelo turístico lo ve aplicable en Alicante y la Costa Blanca?

-Quiero estar en Alicante. Me encanta cómo está la ciudad. Ayer estuve paseando y me parece que está estupenda: dinámica, llena de gente, muchísimos extranjeros, bonita, limpia… De verdad, enhorabuena. Me encantaría tener un hotel en Alicante, y aviso a navegantes: estoy buscando un hotel por encima de 70 habitaciones. Me da igual reformar antiguas oficinas, casas, o un hotel ya hecho. Eso sí, en el centro de la ciudad. Y me encantaría empezar por Alicante y seguir por Benidorm y otros sitios de la Costa Blanca. Sí, me encantaría estar aquí.

-¿Qué retos ve para una zona como la Costa Blanca, con mucho crecimiento turístico?

-A mí me encanta ver la ciudad tan dinámica. Pero pido por favor que no les pase lo de Barcelona. Cuidado con las aglomeraciones, estoy en contra de las aglomeraciones. No pueden entrar muchos visitantes el mismo día y a la misma hora. De esa forma, la cohabitación entre el local y el turismo se va deteriorando, como ha pasado en Barcelona, y eso es malo para todos.

-¿Qué propone para evitar esos problemas?

-Hay que aprender de lo bueno que han hecho otras ciudades, como Barcelona, pero también de lo que se ha hecho mal, para no repetirlo. Y una de esas cosas está, por supuesto, en las aglomeraciones.

-Con su experiencia con el mundo de apartamentos turísticos. ¿Qué opina de los problemas que están surgiendo en torno a ellos en las ciudades?

-Estoy totalmente a favor, no de prohibir, que odio la palabra, sino de regular. Las administraciones deben cerrar los apartamentos turísticos ilegales. Estoy muy a favor de que se regule el IVA, se controle y se cierren los apartamentos ilegales. Y mucho cuidado, porque estoy harto de que nos metan a todos en el mismo saco. Los que pagamos impuestos, tenemos licencias y lo hacemos bien, no debemos ser demonizados.

-¿Y sobre las tasas turísticas? En comunidades de distinto signo político se apuesta por ellas.

-No me gustan. Si las van a poner, que sea para devolver algo al turismo. No para arreglar carriles. Si me dices que es para atraer más y mejores clientes, sí. Si es para otra cosa que no sea para el turista, no.

-¿Qué necesita el sector para renovarse y mejorar?

-El sector tiene que aprender. Es muy importante que se sienten los estamentos públicos, el sector turístico y la gente local, para entre todos decidir qué tipo de ciudad y qué tipo de turismo queremos en los próximos ocho años. Esto lo están haciendo en Baleares, en Málaga. Hay que hablar.

-Cuándo le gustaría aterrizar en Alicante?

-Mañana, ya, Pido, por Dios, que me manden algún edificio para reformar, reconstruir o algún hotel. Quiero estar en Alicante.