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La administración concursal de Harinas Bufort fija el inventario y reconoce una deuda de más de 3 millones

  • Instalaciones de Harinas Bufort.

MUTXAMEL. El concurso de acreedores de la histórica Harinas Bufort, con sede en Mutxamel, avanza en el Juzgado de lo Mercantil nº4 de Alicante. Tras la declaración de concurso voluntario en mayo, el administrador concursal ha presentado informe; un documento, acompañado del inventario de bienes y la lista definitiva de acreedores, que arroja luz sobre la situación real de la compañía y delimita la masa activa y pasiva con la que se trabajará en adelante.

Una de las claves del informe es que Bufort solicitó la liquidación directa, sin haber presentado ninguna oferta vinculante para la adquisición de sus unidades productivas. Es decir, la compañía no ha planteado seguir operando bajo un convenio con acreedores, sino que se procederá a enajenar su patrimonio con el fin de atender, en la medida de lo posible, a las deudas acumuladas. Asimismo, el informe detalla bienes y derechos de la empresa, entre ellos varias fincas industriales localizadas en Alcoy, Mutxamel y La Unión (Murcia), sobre las que ya se han practicado las correspondientes anotaciones en el Registro de la Propiedad. Se ha propuesto la liquidación de la mercantil. 

Entre las claves para iniciar el concurso se dan el descenso de ventas, que conllevó a una falta de liquidez y "la imposibilidad de atender" obligaciones. Y explican que, la desproporción entre ventas y gastos, ya en el ejercicio de 2023 y 2024, los aprovisionamientos superaron en un 60% a las ventas. La disminución de negocio fue de un 50% en ese ejercicio con respecto a los de 2022/2023. Algo, que, junto a los gastos de personal y otros, según expone la empresa, llevó a que la liquidez y viabilidad del proyecto se vieran comprometidas. Para muestra, desde la compañía explican que en los seis primeros meses del presente ejercicio, se facturaban 1,48 millones mientras que los gastos de personal eran de más de 638.000 euros y los aprovisionamientos, 965.000 euros.

Además, su fondo de maniobra, el que le permite hacer frente a gastos ac orto plazo, experimentaba una drástica reducción en el último ejercicio, pasando 4,2 millones en 2023 y de 4,1 millones en 2024 a casi 324.000 euros en 2025. Esta evolución refleja un progresivo deterioro de la estructura financiera a corto plazo.

Por otra parte, el informe deja claro que la externalización de la fabricación desde 2021 "redujo los márgenes operativos y debilitó el control sobre la cadena de valor", afectando a la rentabilidad del modelo de negocio. La firma sufría una caída abrupta de ingresos en los últimos ejercicios. La situación ha llevado a proponer la liquidación de la entidad.

Más de 3,7 millones en créditos reconocidos

La administración concursal reconoce créditos superiores a los 3,7 millones de euros, con una nómina de acreedores que abarca desde organismos públicos como la Agencia Tributaria y la Seguridad Social hasta entidades financieras, proveedores, empresas del sector e incluso sociedades vinculadas a la familia propietaria.

La lista clasifica los créditos en función de su prelación. La Agencia Tributaria, por ejemplo, suma 66.164 euros, repartidos entre privilegio general y créditos subordinados por recargos e intereses. Los bancos concentran buena parte de la deuda. El primero es Caixabank, con 375.531 euros, el acreedor principal, seguido por BBVA, con 334.876 euros. Después, Banco Santander acumula 314.091 euros, mientras que Cajamar reclama 296.686 euros, Banco Sabadell, 93.484 euros y Bankinter figura con 28.012 euros. También aparecen entidades como BMW Bank, por operaciones de renting, con 21.773 euros. Y como proveedores, Harinas Cloquell, con créditos reconocidos de 2.675 euros. 

El informe refleja, además, salarios e indemnizaciones. En la documentación se recogen nóminas pendientes de pago correspondientes a julio de 2025, así como pagas extraordinarias. En algunos casos, la deuda individual supera los 3.000 euros, lo que ha llevado a reconocer privilegios generales por importe de 5.120 euros a favor de trabajadores, además de los créditos ordinarios derivados de la relación laboral. El Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) figura también como parte interesada en el procedimiento.

Entre los acreedores también aparecen sociedades patrimoniales relacionadas con la familia Bufort. Destaca Bufort Urbana SL, con 46.644 euros reconocidos. Esta mercantil ha sido clave en el desarrollo de la unidad urbanística de Benalúa Sur, en Alicante, que sigue pendiente de materializarse.

El administrador concursal destaca en su informe la colaboración recibida tanto de la representante legal de Harinas Bufort como de su letrado. Desde la apertura del concurso, se han mantenido reuniones periódicas y se han dado instrucciones claras para la gestión de la fase de liquidación.

Como ya contó este medio, en el año 2021, fue cuando se produjo del traslado de la empresa a Mutxamel, en un proceso paralelo al registrado por Harinas Cloquell, también al mismo polígono de Riodel. Para entonces, se había cerrado un acuerdo con el Ayuntamiento de Alicante respecto al desarrollo de la Unidad de Ejecución número 2 del Plan Parcial de Benalúa Sur, de la que la agrupación de interés urbanístico formada por las sociedades patrimoniales de ambas firmas ejercen como agente urbanizador. En virtud de ese acuerdo, el Ayuntamiento adquiría parte de los edificios de las históricas fábricas situadas junto a la avenida de Elche con el fin de proteger los elementos de mayor valor arquitectónico y patrimonial y darles un uso público, todavía por definir. Todo ello, manteniendo la edificabilidad asignada al Plan Parcial, en la que se daría cabida a la construcción de unas 140 viviendas.

Esa mudanza se produjo después de que Harinas Bufort concertase la compra de dos naves industriales del polígono de Riodel para reorganizar parte de su actividad. La compañía preveía dedicar esos dos edificios (unas instalaciones de 1.050 metros cuadrados que permanecían sin uso desde su construcción, en 2007) al envasado y distribución del producto. Por su parte, el almacenamiento del cereal se pretendía reorganizar en la fábrica de la que Bufort dispone en el polígono de Campollano, Albacete. Por último, la moltura y mezclado necesario para la fabricación de la harina se pretendía ejecutar en Elche, después de que -según trascendió entonces- la empresa alcanzase un acuerdo de colaboración en ese sentido con Harinas Serrano: otra de las firmas históricas del sector.

Ahora, queda pendiente de ver el cierre de esta etapa en concurso de acreedores de Harians Bufort y sus consecuencias.

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