ELCHE. El Ayuntamiento ya ha iniciado la tramitación de la Ordenanza Agrícola municipal con el objetivo de proteger el suelo agrícola, mejorar la seguridad en el entorno rural y dar respuesta a los problemas derivados del abandono de parcelas, una situación que en los últimos años ha generado conflictos vecinales y un aumento del riesgo de incendios. Ahora se ha publicado la memoria justificativa del proyecto, como paso previo a la elaboración de la ordenanza. El documento se centra en el progresivo abandono de fincas rústicas ha provocado la proliferación de vegetación espontánea sin control, acumulación de residuos y falta de mantenimiento de lindes y márgenes, lo que no solo deteriora el paisaje agrario, "sino que supone un foco de riesgo para la propagación de incendios forestales, especialmente en épocas de altas temperaturas", destaca.
Conflictos por lindes y caminos rurales
El documento señala que uno de los problemas más recurrentes en el campo ilicitano son los conflictos relacionados con los lindes entre parcelas y el uso de caminos rurales municipales, ya que la ausencia de una regulación local clara ha derivado en disputas entre propietarios y en dificultades para el acceso y mantenimiento de estas vías, fundamentales para la actividad agrícola y para los servicios de emergencia.
La ordenanza pretende clarificar las obligaciones de los propietarios en el mantenimiento de lindes, márgenes y parcelas, apoyándose tanto en la normativa vigente como en los usos y costumbres tradicionales del campo ilicitano, que hasta ahora han funcionado como derecho consuetudinario. Se destaca por ejemplo que un instrumento de interés para abordar la resolución de estos conflictos es la obra Recopilación de usos y costumbres-Protección de caminos rurales, efectuada por José Antonio García Soler, en la que recoge los usos agrarios propios del medio rural ilicitano.
Con la redacción de una ordenanza que recoja dichos usos y costumbres se persigue, por un lado, velar por la tradición rural del municipio; y por otro aportar seguridad a la resolución de conflictos particulares.
Prevención de incendios y vertidos
Otro de los ejes principales del texto es la prevención de incendios forestales, un riesgo que se ve agravado por la acumulación de restos vegetales y residuos en terrenos sin cultivar. La ordenanza permitirá al Ayuntamiento exigir labores de limpieza y conservación, reforzar la inspección y actuar de forma preventiva antes de que se produzcan situaciones de peligro.
Asimismo, el documento subraya la necesidad de combatir los vertidos incontrolados en suelo agrícola, una problemática que genera impactos ambientales y que ha sido objeto de reiteradas denuncias ciudadanas.
Más control y seguridad jurídica
Asimismo, aunque existen leyes estatales y autonómicas en materia agraria, la memoria destaca que resultan insuficientes sin un desarrollo adaptado a la realidad local. Por ello, la ordenanza pretende dotar al Ayuntamiento de instrumentos de control, inspección y un régimen sancionador proporcionado y disuasorio, con el fin de garantizar su cumplimiento y mejorar la convivencia en el entorno rural. Aunque hace unos días desde el Consistorio aún no se quiso hablar de cuáles podrían ser las cantidades de las mismas.
En este sentido, se destaca que las alternativas regulatorias pasarían, en primer lugar, por la aplicación directa de la normativa autonómica y estatal. No obstante, estas normas no contemplan regímenes disciplinarios, como ocurre con los Planes de Acción Territorial (Patfor, Patricova, etc.). O bien recogen únicamente competencias autonómicas en este sentido. "Por lo tanto, no es una alternativa viable", señala.
Las alternativas no regulatorias que se contemplan pasan por aumentar el número de acciones directas por parte del Ayuntamiento. Por un lado, el aumento de las labores de conservación del entorno agrícola puede mejorar las condiciones de los caminos municipales y montes públicos. Pero su impacto no alcanza a propiciar el mantenimiento de los terrenos privados, donde se concentran buena parte de los riesgos de deterioro del suelo y catástrofes naturales. Para atajar esa circunstancia, se puede acudir a campañas de sensibilización y concienciación. No obstante, la falta de medios coercitivos no garantiza la efectividad de las medidas.