ELCHE. Continúan los pasos contemplados en el Arru (Área de Renovación y Regeneracón Urbana) de San Antón, del que hace varias semanas empezó a levantarse el cuarto bloque, de 54 viviendas. Sin embargo, esta vez las novedades llegan mirando a la parte antigua del barrio, ya que se ha encargado la redacción de la actuación para demoler los primeros cuatro viejos bloques, del 11 al 14, así como el tapiado de su acceso. Al tiempo, tras el verano se iniciará un expediente de expropiación a una treintena de vecinos en situación vulnerable que no pueden acceder a los nuevos pisos.
Así pues, el Ayuntamiento a través de su empresa municipal Pimesa empieza la fase final para los primeros derribos del histórico barrio, declarado en ruina y con algunos edificios que padecen carbonatación, pero que con todo, ha estado años con falta de adecuaciones y mantenimiento —hay algunas viviendas que literalmente se caen a pedazos—. La contratista tendrá ahora dos meses para redactar el plan de actuación y una vez se entregue, se tendrá que licitar la actuación para la demolición. Esta durará medio año, por lo que teniendo en cuenta los plazos, no tendrá lugar a final de este año como esperaba. Como pronto, se iniciará el derribo en 2023, para el cual el coste será como máximo de 1,3 millones de euros.
Los derribos (y tapiados) de San Antón
Los bloques a derribar son los situados en las calles Pintor Benedito 15, 17, 19 y 21; Palombar 9, 11, 13 y 15; Alcana 9, 11, 13 y 15; y Saoní 5, 7, 9 y 11. Del diseño de la actuación se encargará AJF Arquitectura Ingeniería y Urbanismo; el despacho Fuster Arquitectos, por 25.000 euros. Se ha impuesto a tres arquitectos concurrentes más, y aunque se calificó su oferta en presunción de anormalidad por ser demasiado baja, finalmente se aceptó al justificar el precio ofertado y los medios necesarios.