ALICANTE. Arturo, nada más acabar periodismo, tuvo la suerte de encontrar empleo en un medio de su ciudad. El primer día de trabajo, el jefe del área de nacional le pidió que se estrenara con un artículo sobre el golpe de Casado, cuyo aniversario tendría lugar en unos pocos días. Abandonó la redacción y durante el trayecto hacia su casa —donde vivía con sus padres— elucubró sobre el tal golpe, tema del que no tenía ni idea: «¿Guardará relación con la polémica dimisión de Pablo Casado? ¿Quizá algún robo o atraco famoso que desconozco? ¿Será uno de los numerosos golpes de Estado que se dieron en siglo XIX? Ese periodo de nuestra historia siempre ha sido un misterio insondable para mí... Los del XX no hay duda: Primo de Rivera, Franco y Tejero».
Entró a su cuarto, encendió el portátil y ansioso consultó Wikipedia, recurso inconfesable para documentarse sobre un asunto cuando se ignora por completo. Leyó la amplia referencia que venía y se preguntó cómo ese episodio tan relevante del final de la Guerra Civil era tan desconocido. Para aclararse, pues los hechos que figuraban le parecieron enrevesados, escribió una sinopsis de una página:
«A primeros de marzo de 1939, cuando la mayoría de los españoles consideraba que la República había perdido la guerra, se produjo en el bando republicano un golpe de Estado contra el Gobierno legítimo del socialista Juan Negrín —que defendía continuar resistiendo— con la intención de alcanzar un acuerdo justo con los sublevados. El golpe, que estuvo encabezado por el coronel Segismundo Casado, contó con el apoyo del Ejército y de los partidos y sindicatos republicanos, salvo los comunistas con sus mandos militares y una minoría del partido socialista que seguían secundando al presidente de Gobierno. Franco, que estuvo al tanto desde el minuto uno por su red de espionaje, les prometió —por medio de la Quinta Columna— una paz honrosa y sin represalias si se deshacían de Negrín y de los comunistas, objetivo común a ambos bandos. Tras el golpe, se constituyó el Consejo Nacional de Defensa para iniciar las conversaciones con los franquistas y…».