ALICANTE. La sentencia del Juzgado de lo Mercantil número 2 de Alicante anticipada por Alicante Plaza que ampara la continuidad del arrendamiento del estadio José Rico Pérez en favor del Hércules CF disipa parte de las dudas sobre el futuro del edificio, en la medida en que le asigna al menos un primer uso concreto (sede de los encuentros del conjunto alicantino) hasta 2032. Con todo, lo cierto es que existen todavía múltiples incógnitas por despejar que el informe encargado por el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) para evaluar su conversión en un espacio multiusos bajo la denominación de 'Alicante Arena' tampoco contribuye a resolver. Al menos, no de forma tajante.
Ese informe adjudicado a la consultora Eguesan Energy en diciembre de 2022, que ya obra en poder del banco del Consell, plantea algunos posibles usos que podrían tener cabida en el estadio, aunque -según fuentes consultadas- no llega a concretar de forma pormenorizada uno de los aspectos esenciales que se pretendía desentrañar con su encomienda: cuál sería la inversión que resultaría necesaria para rehabilitar el edificio y adaptarlo a ese objetivo polifuncional.
En concreto, el pliego de condiciones por el que se contrató la redacción del estudio planteaba que se debía aportar "el cálculo del presupuesto base, prescripciones técnicas y establecimiento de los criterios de valoración, según lo exigido por la Ley de Contratos del Sector Público para la licitación de la reforma del Rico Pérez para transformarlo en el sentido que se pretende". Y ese, según fuentes consultadas, sería un aspecto que no llega a detallarse con cifras concretas.
En todo caso, el informe sí apuntaría un listado de sugerencias para optimizar la utilización del inmueble. Entre ellas, la construcción de una residencia deportiva en el recinto del estadio, aunque se trataría de una funcionalidad que podría requerir de una modificación urbanística, en la medida en que sería un uso no contemplado para la pastilla del campo en el PGOU vigente, según las mismas fuentes.