ALICANTE. Los visitantes y turistas que traten de acceder hasta el Castillo de Santa Bárbara seguirán sin poder hacer uso del ascensor habilitado a los pies del barrio del Raval Roig, frente a la playa de El Postiguet, mientras perduren las restricciones sanitarias acordadas con motivo de la covid. Así lo ha confirmado este miércoles el edil de Cultura y portavoz del equipo de gobierno (PP y Cs), Antonio Manresa, durante la comparecencia semanal en la que se da cuenta de los asuntos debatidos en Junta de Gobierno. Entre ellos, precisamente, se ha aprobado la propuesta de adjudicación del servicio de mantenimiento de los ascensores y de las escaleras mecánicas instaladas en instalaciones municipales a la mercantil TK Elevadores, que también se hará cargo de preservar el funcionamiento del elevador que facilita el acceso a la fortaleza del Benacantil en cuanto se produzca su reapertura.
Manresa ha precisado al respecto que, pese a que han decaído parte de las limitaciones acordadas por la Generalitat, existen otras medidas que continúan vigentes, como las que rigen en el desarrollo de las actividades de los centros de mayores, entre otras. Así, ha incidido en que el ascensor del Castillo permanecerá inactivo hasta que se den las condiciones indicadas para que pueda volverse a utilizar, "como es deseo de este equipo de gobierno". No obstante, ha señalado que, después de que se solicitase un informe al Servicio Municipal de Prevención de Riesgos Laborales, ante las quejas de los trabajadores municipales encargados de supervisar la prestación del servicio, se solicitó un segundo dictamen al Instituto Valenciano de Seguridad y Salud (Invassat), de julio de 2020, "en el que se recomendaba que se interrumpiese su funcionamiento" al no poder cumplirse las medidas de distanciamiento y de ventilación requeridas para evitar riesgo de contagio por coronavirus.
De este modo, el desplazamiento hasta el baluarte puede realizarse en vehículo privado (sin posibilidad de estacionar) y en taxi o VTC, ya que sigue sin poder ponerse en marcha el sistema de autobuses lanzadera ideado por la Concejalía de Transportes. Por lo pronto, la última propuesta registrada por el departamento municipal para que pueda implantarse ese servicio sin esperar a que se produzca la adjudicación del nuevo contrato sigue pendiente de autorización por parte de la Oficina Presupuestaria municipal y del área de Intervención. Como informó este diario, la implantación de ese servicio adicional supondría un coste anual próximo a los 300.000 euros.