ALICANTE. El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Alicante, el bipartito compuesto por Partido Popular (PP) y Ciudadanos (Cs), mantiene su confianza en la negociación política con la pretensión de que su propuesta de presupuestos municipales para 2023 pueda obtener la mayoría suficiente necesaria para quedar aprobada. Así lo han apuntado, cuando menos, tanto el alcalde, Luis Barcala, como el portavoz adjunto del bipartito, Manuel Villar, durante la comparecencia semanal en la que se da cuenta de los acuerdos alcanzados en Junta Local, al confirmar que la voluntad de PP y Cs es reunirse con el conjunto de los grupos políticos que ejercen funciones de oposición para dialogar sobre sus propuestas de enmiendas en el momento en el que se disponga del informe de resolución y se determine desde el punto de vista técnico cuáles son viables. Es decir, justo el anticipo que ya puso sobre la mesa el primer edil, durante la reunión de la Junta de Portavoces celebrada este lunes, en la que señaló que algunas de las enmiendas parciales presentadas por los partidos del eje progresista (PSOE, Unides Podem EU y Compromís) resultaban "interesantes".
El propio Barcala ha confirmado ese escenario, en una comparecencia ofrecida tras el acto de presentación de la nueva imagen de Aguas de Alicante, cuando ha subrayado que "el presupuesto es absolutamente fundamental para Alicante, puesto que todas las inversiones que están cofinanciadas con fondos europeos se pierden; si no hay presupuestos, los incrementos de sueldos de los funcionarios, se comprometen... no es que estemos presentando unos presupuestos con proyectos personales, con mucha carga ideológica que solo los podría hacer este equipo de gobierno". Así, ha incidido en que son unas cuentas que atienden "a la mejora de los servicios públicos y a las inversiones financiadas con fondos europeos". Por ello, ha considerado que "solo desde una perspectiva electoralista se puede comprender que se vote que no o que no se permita su aprobación", por lo que ha incidido en que "voy a sentarme con todos los partidos; si les digo que sí a las enmiendas y me siguen diciendo que no, entonces tendrán que responder delante de los alicantinos". "Voy a poner fácil que al menos haya alguna abstención por parte de algún grupo municipal; si alguien está dispuesto a negociar y a hacer concesiones, que lo diga", ha señalado. Al tiempo, ha incidido en que se trata de "unos presupuestos complejos" en la medida en que tenía que contemplarse el incremento de gastos de personal y de la renovación de servicios, pero ha sostenido que se trataría de tener en cuenta las enmiendas que fuesen razonables.
En esta línea, Villar también ha señalado que "queremos volver a hablar y reunirnos con todos", lo que incluiría a los representantes del grupo municipal de Vox, pese a que la formación ya ha anticipado su intención de votar en contra de las cuentas del bipartito salvo que se retire la implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) o se incluyan sus propuestas de modificación fiscal, entre las que se incluye la eliminación del impuesto de la plusvalía o la rebaja de los porcentajes del impuesto de circulación de vehículos. De hecho, Vox solo ha registrado una enmienda a la totalidad de devolución, sin llegar a presentar enmiendas parciales con las que se pudiese establecer una negociación.