ALICANTE. El Partido Popular (PP) de Alicante comienza a resignarse para afrontar el tramo final del mandato con ocho ediles: uno menos de los representantes que obtuvo tras las elecciones municipales de 2019. La renuncia que el todavía edil de Fiestas, Manuel Jiménez, prevé presentar tras la celebración del pleno ordinario de abril, este jueves aboca al partido mayoritario del equipo de gobierno -el bipartito que conforma junto a Ciudadanos (Cs)- a tener que cubrir su vacante sin que exista la certeza de que vaya a celebrarse un pleno extraordinario en el que pueda tomar posesión su sustituto antes de que se constituya la próxima corporación, una vez transcurridas las elecciones del 28 de mayo.
Cuando menos, los plazos resultan más que ajustados, ya que el procedimiento a seguir ante cualquier renuncia de un concejal requiere de la celebración de dos plenos para que su relevo pueda incorporarse a la responsabilidad pública: una primera sesión en la que debe darse cuenta de la dimisión y otra posterior para que el siguiente integrante de la lista de su mismo partido pueda asumir el cargo. Además, antes de que se produzca esa segunda sesión, la Junta Electoral debe haber tramitado el acta asignada a ese nuevo edil, lo que -en condiciones normales- suele requerir un tiempo mínimo de entre una y dos semanas.
Así, está previsto que en el pleno de este jueves se dé cuenta de la renuncia de la exconcejal de Acción Social, Educación y Sanidad, Julia Llopis, quien registró su dimisión el pasado lunes para pasar a integrarse en la candidatura autonómica de Vox por la circunscripción de Alicante. Ese trámite permitirá que el Ayuntamiento solicité formalmente ante la Junta Electoral la tramitación del acta de su sustituta. En este caso, se trata de Cristina García (coordinadora local del PP, además de asesora municipal), quien figuró en el puesto número 10 de la lista del PP de hace cuatro años y vuelve a ocupar la misma posición en la candidatura actual.
En el supuesto de que su acta llegue a tiempo, su toma de posesión podría producirse en el pleno extraordinario previsto para el 2 de mayo, en el que debe celebrarse el sorteo con el que se determinará la elección de los ciudadanos que configurarán las mesas electorales del próximo 28 de mayo. Y se espera que en esa misma sesión se pueda dar cuenta de la renuncia de Jiménez, lo que volverá a abrir los plazos para la incorporación de su sustituto. En este segundo caso, como ya había informado este diario, se trataría del exedil Israel Cortés (que desempeñó las áreas de Limpieza, Infraestructuras, Medio Ambiente y Juventud a finales del pasado mandato) que podría asumir la responsabilidad -de estar dispuesto a hacerlo- en el supuesto de que la Junta Electoral hubiese tramitado su acta en la fecha definitiva en la que se decida convocar un segundo pleno extraordinario con el que se pretende aprobar una modificación de crédito del presupuesto prorrogado de 2022 para dotar de fondos a los proyectos de reurbanización cofinanciados por la Unión Europea (UE).
Por lo pronto, el equipo de gobierno ya ha confirmado su predisposición a impulsar ese ajuste contable y pretende que ese segundo pleno extraordinario se celebre antes del 12 de mayo: la fecha de inicio de la campaña electoral. A partir de entonces, no se podrá desarrollar ninguna otra sesión plenaria hasta que se produzca la constitución de la próxima corporación, el 17 de junio. ¿La consecuencia?: el PP podría afrontar casi un mes con una vacante sin ocupar. Lo cierto es que esa baja entre sus filas no conllevaría ningún perjuicio en la toma de decisiones que requieran del aval del pleno en la medida en que, desde el 12 de mayo hasta el 17 de junio, la corporación actual quedaría en funciones sin que tuviese que medirse en ninguna votación con los cuatro grupos que ejercen funciones de oposición: PSOE, Unides Podem EU, Compromís y Vox.