VALÈNCIA. De l'Alt Maestrat a la Vega Baja, la consulta de la lengua base ha terminado con apoyos dispares por comarcas a cada una de las dos opciones (valenciano o castellano). Unas diferencias en las votaciones que se agudizan aún más si se analizan municipio a municipio: mientras localidades como la Vall d'Uixó registran una preferencia por la lengua valenciana de en torno al 90%, otras como Orihuela muestran un apoyo prácticamente total (98%) al castellano. Lo mismo ocurre con las capitales de cada una de las provincias valencianas: Castellón de la Plana es la única que registra un mayor número de familias que quieren valenciano como lengua principal para sus hijos, mientras que el porcentaje de apoyo al castellano en València y Alicante superan el 60% y el 80% respectivamente.
Los datos, por tanto, dejan un mapa de la Comunitat Valenciana con más familias partidarias del valenciano como lengua base en el norte de la provincia de Alicante, así como en la mayor parte de Valencia y Castellón. No obstante, el sur e interior de Alicante y el interior de Valencia - la mayor parte del territorio, castellanohablante - registran un amplio apoyo a la lengua castellana en esta votación. Cabe mencionar que la consulta de la lengua base es un proceso previsto en la ley de Libertad Educativa y que pretende que las familias elijan el idioma que tendrá un mayor peso en la educación de sus hijos a partir del próximo curso escolar, aunque con varias diferencias en el peso de cada una de las lenguas, así como en la forma de configurar las aulas, según si se trata de una zona valencianohablante o castellanohablante.
En este punto cabe mencionar que en 29 localidades el valenciano ha obtenido el 100% de los votos, mientras que en otros 9 municipios se ha dado la misma situación con el castellano. También cabe destacar que en La Estación y en Bicorp, las familias participantes se han mostrado completamente divididas entre ambas lenguas. Por otro lado, el valenciano y el castellano no han obtenido ningún voto en 10 y 30 localidades, respectivamente.
Resultados de Educación infantil
Si se analizan los resultados por etapas educativas, en Educación Infantil se muestra una preferencia mayoritaria por el valenciano: el 53,8% de las familias votaron por esta lengua, frente al 46,2% que optaron por el castellano como lengua base para la educación de sus hijos. Estos son los resultados por niveles y centros educativos:
Resultados de Educación Primaria
En el caso de la Educación Primaria, las familias se mostraron aún más divididas entre ambas opciones: el 50,7% de los votos fueron para la lengua valenciana, mientras que el 49,3% fueron para el castellano. La tabla con los resultados por nivel y centro educativo es la siguiente:
Resultados de la ESO
Las familias con alumnado en primero, segundo y tercero de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) mostraron una mayor preferencia por el castellano: el 52,6% de las participaciones fueron en este sentido, mientras que el 47,1% restante optaron por el valenciano. Los resultados por etapa y centro educativo son los siguientes:
¿Qué pasa con el 40% de alumnos cuyas familias no han votado?
Una de las cifras más relevantes de este proceso es, precisamente, la participación de las familias, pues cada una elige directamente la lengua con la que quiere que su hijo aprenda la mayor parte del tiempo lectivo. En torno a 240.000 familias, más del 40% del total, se abstuvieron en la votación por uno de los dos idiomas. Una situación que en la práctica se traduce en que el 58% de las famiias de alumnado valenciano ha elegido qué y cuántas aulas impartirán la mayor parte de las clases en valenciano o castellano a partir del próximo ejercicio. De hecho, en la participación también se ha evidenciado una amplia diferencia según la comarca: en las valencianohablantes hubo una mayor movilización que en las de habla castellana.
El alumnado cuyas familias no han expresado su sentir en la consulta será adscrito de oficio por parte del centro escolar según las necesidades organizativas, tal y como refleja la orden por la que se regula la consulta. Una forma de proceder que también se aplicará en aquellos alumnos cuyas familias hayan votado varias veces por lenguas distintas o en los que se haya "incurrido en falsedad o falta de acreditación" en el apartado de circunstancias familiares. "En esta adscripción se ponderarán como criterios las posibilidades organizativas del centro, las preferencias de los representantes legales del alumnado, y en caso de desacuerdo entre ellos, la continuidad en la misma lengua base", recoge el citado documento.
¿Cómo se configurarán las aulas para el próximo curso?
En cualquier caso, las unidades educativas para el próximo curso escolar serán configuradas a partir de los resultados de esta consulta sin necesidad de que exista una participación mínima por cada centro o aula. En este caso, la forma de proceder según si se trata de una zona de predominio lingüístico valenciano o castellano es distinta. En las zonas castellanohablantes "la lengua base siempre será el castellano por defecto". En el caso de que exista "demanda suficiente" la Administración educativa podrá constituir grupos de lengua base valenciana para satisfacer la demanda. La falta de concreción del departamento que dirige José Antonio Rovira sobre qué es exactamente una "demanda suficiente" y de qué manera se puede cubrir la demanda fue criticada por el Consell Jurídic Consultiu de la Comunitat Valenciana.
En el caso de las zonas de predominio valenciano, se aplica el anexo I de la ley de Libertad educativa para determinar cuántas unidades se deben configurar en valenciano o castellano en cada curso y centro educativo. La lengua con mayor porcentaje de votos es considerada como lengua A, mientras que la que tiene menor respaldo se denomina lengua B. En función del número de unidades (aulas) por cada curso y del porcentaje de apoyo a cada una de las dos opciones se distribuyen las unidades en valenciano y castellano.
Ver la situación "caso a caso"
El director general de Ordenación Educativa y Política Lingüística, Ignacio Martínez Arrúe, explicó este jueves en rueda de prensa en el caso de que se trate de resultados "muy ajustados" se estudiará "caso a caso" la manera en la que "compensar la diferencia" entre ambas lenguas. Entre las opciones, deslizó poner "recursos adicionales" u "otro tipo de pedidas". En esta línea, el conseller explicó que el objetivo es atender el 100% de las preferencias mostradas por las familias, aunque, de igual manera que ocurre con la admisión, " el 98 o 99% va a poder elegir y ese pequeño porcentaje intentaremos, si podemos, solventarlo". Rovira se mostró dispuesto a incrementar recursos para satisfacer la demanda, como había reiterado durante las últimas semanas, aunque apuntó: "Tampoco me digan qué recursos tenemos que poner porque no podemos valorar".
En esta línea, defendió que la distribución por porcentajes es el "ajuste normal" y que, a partir de ahí, se atenderán las diferentes situaciones para llevar a cabo "un ajuste fino" con el que "tratar de llegar al máximo de posibilidades para poder atender la elección de las familias". "Ese ha sido el objetivo, que manden las familias y no la Administración", aseguró. Por otro lado, el máximo responsable de la educación valenciana pidió "tiempo" para comprobar "si el sistema funciona", pero espetó: "La imposición del Botànic estaba generando un rechazo entre los jóvenes, según los datos del propio Botànic". "La imposición al 100% genera rechazo", aseveró.
Un proceso entre la confrontación
Cabe mencionar que esta consulta no ha estado exenta de polémica: cuatro recursos han llegado al Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) pidiendo su suspensión, tres de ellos desestimados ya por el Alto Tribunal valenciano, a los que se suma una concentración que fue celebrada en las tres capitales de provincia valencianas de forma previa al inicio de la consulta. Además, diversos sindicatos, formaciones políticas y asociaciones representantes de parte de la comunidad educativa han mostrado su rechazo a la celebración de este evento previsto en la ley de Libertad Educativa. Los argumentos de la oposición se han centrado fundamentalmente en tres aspectos: la consulta deriva de la Ley de Libertad Educativa recurrida ante el Tribunal Constitucional, el proceso generará más burocracia para los centros y el profesorado, y el resultado de las votaciones podría derivar en una disminución del peso de la lengua valenciana en las aulas.
En cualquier caso, las votaciones arrancaron el pasado 25 de febrero y duraron una semana. Un periodo en el que algunos colectivos denunciaron que existían ciertos problemas para expresar el voto si el proceso se realizaba a través de un teléfono móvil o en el caso de que fueran familias con menores en acogida o en proceso de adopción. Además, hubo quejas en votantes con Número de Identidad de Extranjero (NIE) a los que el sistema no les reconocía sus datos, lo que les impedía expresar su decisión en la consulta. La entidad Famílies pel Valencià aseguró esta misma semana haber recibido cientos de críticas con errores en la votación. Ante estas cuestiones, Rovira aseguró este mismo lunes que el Gobierno valenciano "estudiará si hubo algún error" en la web de la votación y que "atenderá las reclamaciones" de las familias. En declaraciones a los medios en Alicante, aseguró que los "errores" se produjeron "el primer día sobre todo" con el colapso de la plataforma, algo que "pasa con cualquier evento".
Este mismo jueves, tras conocerse los resultados finales, el diputado de Compromís en Les Corts, Gerard Fullana, consideraba que los resultados constatan el "ridídulo" del PP sobre una iniciativa que, a su juicio, tiene el propósito de "crispar e intentar desviar el foco de las negligencias" de la Generalitat durante la Dana que asoló decenas de municipios de la provincia de Valencia a finales del pasado mes de octubre. Para Fullana, este proceso "lo único que ha creado es un gasto inútil de recursos" y remarcaba: "Un 70% de familias han pedido seguir con modelos de enseñanza en valenciano o no han ido a votar". Un discurso que se ha sumado a las críticas de diferentes entidades que han mostrado su rechazo a este proceso este mismo jueves.
Frente a ello, cabe destacar que Rovira defendía durante la rueda de prensa que, con la consulta, "ha ganado el pluralismo frente al modelo único": "No era una competición entre valenciano y castellano, como algunas entidades han querido ver". Además, ha mostrado su "satisfacción" con unos resultados que, a su juicio, "demuestran que los valencianos han optado por el equilibrio y la convivencia entre las dos lenguas cooficiales de la Comunitat Valenciana".