ALICANTE. Su más que cuestionable papel durante la Dana que causó 229 muertes el 29 de octubre del año pasado en la provincia de Valencia llevaba el pasado lunes a Carlos Mazón a anunciar que dimite como 'president'. Además de tardía hasta para los de su propio partido, la anterior es una dimisión en diferido que juega con los plazos legales, buscando regatear la celebración de unas elecciones autonómicas anticipadas. Vaya, que el PPCV trata de seguir gobernando en el Palau con el apoyo de Vox; que este respalde a un candidato popular alternativo que los electores eligieron en su día con su voto a la lista electoral de la que formaba parte.
En cualquier caso, Mazón se va y tanto si en el PPCV (y se supone que en Vox) se salen con la suya como si no, pasan a estar en el aire muchos proyectos que llevaban el sello del hoy ‘president’ en funciones. Ahora bien, existen otras patatas calientes para las que Carlos Mazón parece no haber tenido tiempo desde que fuera investido allá por julio de 2023.
El aficionado del Hércules CF lo sabe bien… Y no, no me estoy refiriendo a aquello que dijo en mayo de 2022, cuando ‘solo’ estaba al frente de la Diputación de Alicante y los herculanos se manifestaban reclamando a Ayuntamiento y, especialmente, Generalitat que tomasen cartas en el asunto y pusieran fin a la era Ortiz en la entidad: “Me da que Ximo Puig no es muy herculano, si (yo) fuera presidente de la Generalitat sentaría a la directiva del Hércules y empezaría a plantearme soluciones", manifestó por aquel entonces Mazón, antes de apuntar que su antecesor en el cargo “tenía competencias legales sobre el club”, demostrando que desconocía que hacía cinco años que el brazo económico del Consell, el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), se había deshecho de las acciones del Hércules que habían caído en sus manos... por el impago de un préstamo de 18 millones de euros concedido en 2010 a la Fundación del club que contó con el aval del IVF, casualmente con el PPCV gobernando con mayoría absoluta en la Generalitat.

- La afición del Hércules CF muestra pancartas de #SOSRicoPérez
Sobre lo que sí tenía “competencias” la Generalitat tanto entonces como hoy es sobre el estadio Rico Pérez; las tenía en aquel momento de movilización herculana en el que Mazón se puso la elástica blanquiazul, seguro que no por cálculos electoralistas y sí inspirado por la memoria de su tío-abuelo Alfonso Guixot, quien fuera máximo mandatario del club en los años 50 del pasado siglo y hoy “presidente de honor perpetuo”, y la ha seguido teniendo los dos años y pico que ha estado en el cargo al que ahora renuncia: el IVF es desde 2017 propietario de aquella instalación… y si ya se encontraba en un estado lamentable cuando Carlos Mazón llegó al poder, ahora aún más. Lo saben y sufren, especialmente, los 12.000 aficionados que acuden a los partidos del Hércules CF cada 15 días.

- Así están algunos de los forjados del Rico Pérez
Desde que arrancó la legislatura que el PPCV trata estos días que no acabe por adelantado, el IVF y por extensión la Generalitat que todavía preside Mazón, se puede decir que no se ha hecho nada no solo para evitar el deterioro del Rico Pérez, también para asegurar que, a medio plazo, Alicante deja de hacer el ridículo con un estadio de fútbol antediluviano, para el que el punto de no retorno ya pasó hace años. El Rico Pérez se encuentra en tal estado que un día podemos lamentar desgracias personales… que nadie quiere, pero que tampoco nadie podrá decir que no eran previsibles y que se había advertido sobre ellas, por activa y por pasiva.
Alguien dirá que el antecesor de Mazón en el cargo, Ximo Puig, y por extensión el Govern del Botànic II (PSPV-PSOE, Compromís y Unides Podem-EUPV) tampoco hizo mucho más que el actual Consell que ahora agoniza… pero si bien es cierto que no fueron capaces de sacar adelante el proyecto para reconvertir el Rico Pérez en un recinto multifuncional y con ello rescatarlo de la ruina inminente, al menos lo intentaron y siempre podrán decir que su no continuidad en el poder se lo impidió.
Estos años con Mazón en el Palau, mucha reunión, pero ninguna solución. Pobre Rico Pérez.

- Detalle de una de las gradas del Rico Pérez