ALICANTE. El Eldense y el Hércules se reencontraban este lunes en el Salón Luis Aragonés de la Ciudad del Fútbol de La Rozas con un viejo amigo, Javier Tebas. El presidente de LaLiga acompañaba a su homólogo de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Rafael Louzán, en la reunión con los clubes que cuentan con equipos participando en Primera y Segunda Federación.
Azulgranas y blanquiazules son los únicos de la provincia de Alicante que van a competir en el curso 2025/26 en el segundo escalón del fútbol español y este lunes supieron dos cosas: que habrá nuevo Reglamento de Control Económico y que LaLiga entra (por fin, pues las partes -Pedro Rocha era en ese momento el máximo mandatario de la RFEF- ya lo intentaron hace un año, pero el contrato con ATM Broadcast fue un obstáculo insalvable) en la explotación de los derechos audiovisuales de la categoría.

Repecto a lo primero, ni a Eldense ni a Hércules le debe suponer un problema cumplir con las normas que establezca ese Reglamento: al club del Nuevo Pepico Amat porque viene de someterse al 'fair-play' financiero de LaLiga y el de la RFEF es más que 'light' y al del Rico Pérez porque precisamente está acostumbrado a esas normas de control económico laxas y, además, audita sus cuentas que es algo que la pasada campaña no hacían todos los clubes (pese a que ya era obligatorio).
En cuanto a los derechos audiovisuales, Tebas (quien también es vicepresidente de la RFF) y Louzán le vinieron a explicar a los presentes (entre los que estaban Alfonso Losa en representación del Eldense y Carlos Parodi en la del Hércules) que la alianza con LaLiga persigue mejorar el producto.

Todavía no se sabe si lo anterior implicará que la plataforma OTT ('over the top') FEF TV continúe ofreciendo los encuentros de Primera Federación, si pasarán a ofrecerse en exclusiva por LaLiga+, por ambas o se abrirá la puerta a otros operadores (televisiones autonómicas y locales, por ejemplo), pero sí que LaLiga participará de la producción (las últimas tres campañas ha sido ATM la encargada) y, por extensión, comercialización del producto, la tiempo que seguirá habiendo partido la noche de los viernes y la del sábado. Todo con el ánimo de incrementar los ingresos para cada club por la cesión de sus derechos audiovisuales que la campaña pasada iban de los 240.000 a los 360.000 euros en función de diferentes variables (básicamente la audiencia) y que se cobraban con retraso, para variar.