ALCOY (EFE). El Alcoyano vuelve a ganar en casa, algo que no sucedía desde hacía casi cuatro meses, en concreto la última vez ocurrió a finales de noviembre frente al Calahorra y han tenido que pasar 113 días para que los de Vicente Parras volvieran a saborear un nuevo triunfo en El Collao, en esta ocasión frente a la SD Logroñés por 2-0.

Un triunfo que tiene un sabor especial, puesto que no solo supone reencontrarse con la victoria ante un rival directo con el que pasa a tener el cómputo particular a favor, ya que también se le ganó en Las Gaunas, precisamente en el primer partido de esta temporada.

Además la victoria también sirvió para reconciliarse con una afición que respondió a la llamada del club y se pudo ver un gran ambiente tanto antes como durante y al final del choque.

El propio técnico Vicente Parras reconoció que "era muy importante hacer el ambiente que había en las gradas y lo hemos conseguido. Podemos decir que contra la SD Logroñés jugamos con 12, porque nuestra afición ha sido ese jugador más durante todo el partido. Nuestra afición ha estado increíble una vez más", destacó.

El objetivo era alcanzar la barrera de los 3.000 seguidores en las gradas de El Collao, cifra que se consiguió superar con la movilización de aficionados que se promovió desde el club, con reuniones con las peñas y la promoción de dos invitaciones por socios que llevó a que se repartieran más de un millar de entradas entre sus compromisos.

Además, la jornada fue redonda para los de Vicente Parras, que consiguieron dar un buen mordisco a la permanencia, puesto que arrancaron el fin de semana a dos puntos del descenso y con la nueva victoria, la primera en casi cuatro meses en casa, consiguieron terminar a cinco de los puestos de descenso.

Este triunfo supone un importante impulso para el Alcoyano, cuyas opciones de permanencia en la Primera Federación pasan por sumar el máximo de puntos en los cinco partidos que le restan como local de aquí a final de la competición.