ELCHE. Consuetas del Misteri d'Elx de hace 500 años, protocolos notariales de 1463, diseños de los puentes de la ciudad, estampas de eventos del siglo XX, registros del reparto del agua a través de los siglos, actas de plenos ordinarios del actual Ayuntamiento... Son miles los documentos que custodia el Archivo Municipal de Elche, un auténtico patrimonio documental que narra la historia del municipio desde hace siglos y que una vez más se ha abierto al público días atrás con motivo del Día Internacional de los Archivos, celebrado el pasado 9 de junio. Aunque recibe 3.000 visitas anuales para investigaciones, consultas o indagar en el árbol genealógico, entre otras muchas opciones, el Archivo sigue siendo, aunque cada vez menos, un gran desconocido.
"Un instrumento abierto", como lo define Carmina Verdú, Jefa de Sección del Archivo, que está conformado por el de Carrús, donde se custodian los documentos administrativos y los más recientes y por supuesto por el más emblemático, el anexo a la Biblioteca e Iglesia de San José. Un laberinto casi literal de dos plantas, en el que la planta superior corresponde al archivo del agua, y en el que día a día se reciben fondos —sobre todo los generados por el Consistorio, que van a Carrús— se trasladan, se repasan, se amplían y que en los últimos años ha tenido novedades importantes en sus infraestructuras con las estanterías compactus. En total, el Archivo tiene unos 15.000 metros lineales de estanterías con documentos que empezaron a archivarse en el siglo XV. Parte de ellos digitalizados y consultables en la web del propio Archivo.
El papel de Pere Ibarra
El ilicitano tiene un patrimonio documental importante y muy bien conservado. Un fondo "muy singular", especifica la archivera, por las colecciones de Pere Ibarra, figura clave en la historia y el patrimonio ilicitano, ya que "recogió una serie de materiales que no son habituales en los archivos municipales". Él se encargó, también junto a su hermano Aureliano Ibarra, de recuperar muchos documentos de los que el Ayuntamiento se deshizo por despreocupación. "No los valoró y se deshizo de muchos, pero ellos recogieron muchos de estos documentos, incluso como el libro 'Racional de la Ilustre Villa de Elche' de 1710, del que no se conserva el original pero sí la copia de Pedro Ibarra", señala. "¿Quiere decir que el Archivo no hubiera sido importante sin la labor de Ibarra? Habría sido seguramente importante, pero habría muchas lagunas grandes".