ALICANTE. La noche de este viernes, 7 de noviembre, no fue una fiesta más en Alicante. SpainSays cumplía cinco años y lo celebró por todo lo alto en la finca Jardines de Abril, en Sant Joan d’Alacant, con un evento que fue toda una declaración de intenciones. A medio camino entre performance, homenaje y brindis compartido, la enseña alicantina celebró su quinto aniversario con una puesta en escena dividida por capítulos: El Génesis, La Última Cena, El Pecado y La Gloria. Con humor, identidad, estética y mucha autenticidad desplegó ante los ojos de los invitados todo su potencial para dar la gran noticia. Su ingenio va más allá. Concretamente, Cuatro Pueblos. Una nueva agencia creativa ha nacido en la ciudad.

Había luces doradas, photocalls con guiños al lenguaje popular y un ambiente que mezclaba el acento digital con el alma de verbena. El aniversario se convirtió en una experiencia inmersiva al más puro estilo SpainSays. No había protocolo, pero sí una certeza: hablar como la gente, que sigue siendo la mejor forma de conectar. “Todo lo que tenemos lo hemos conseguido con creatividad y cero postureo”, contaban entre risas Mike Gasch y Carlos Heredia, cofundadores de la marca y de esta nueva agencia que se inspira en el mismo concepto, que ahora quieren extender. Y es que SpainSays nació sin un plan maestro, pero con una intuición infalible: la gente conecta con lo que siente como suyo.

Cinco años después de aquel primer post que jugaba con una frase hecha, la marca suma ahora casi 700.000 seguidores, más de 30 millones de impactos mensuales y campañas con firmas de primer nivel. Lo que empezó como un juego entre amigos se ha convertido en una de las comunidades digitales más reconocibles de la cultura pop española. “No teníamos pretensiones, sino que fué solo un juego”, recuerda Mike. “Empezamos a escribir frases que decíamos con amigos y cosas que escuchábamos en la calle”, describe, mientras Carlos completa la idea: “Sin buscarlo, nos dimos cuenta de que la gente se veía reflejada; ahí entendimos que el lenguaje es una forma de identidad”.

La primera publicación viral fue un golpe de intuición: “In Spain we don’t say karma, we say te pasa por gilipollas, and I think that’s beautiful”. Una frase que sintetizaba todo lo que vendría después: humor, ironía y una reivindicación cultural del modo en que se habla. “La gente empezó a compartirlo como si fuera una verdad universal”, recuerda Mike. “Fue el primer ‘hostia, esto gusta’ y, a partir de ahí, no hemos parado”, confiesa. Desde entonces, SpainSays ha crecido sin perder su espíritu. “Al principio hacíamos todo por instinto, pero ahora hay estrategia”, reconoce Mike. “La comunidad nos ha hecho crecer y nos ha obligado a cuidar más la estética, el tono y el mensaje, pero seguimos siendo los mismos”, reconoce.

El idioma, para ellos, es como una materia viva. “Cada expresión lleva una historia, una forma de ver el mundo”, explica Mike. “Una palabra puede tener mil significados”, apunta, mientras Carlos lo resume con sencillez: “Cuando dices una frase muy española, todo el mundo entiende el contexto y se ríe contigo; eso nos une”. Y es que, en tiempos de globalización y mensajes uniformes, SpainSays ha demostrado que el humor en castellano también puede ser una forma de resistencia cultural. “En un mundo lleno de anglicismos y mensajes vacíos, el humor en nuestro idioma ha sido una forma de resistencia”, afirma Carlos. “Es cultura pura”, añade Mike. “Nos ha recordado quiénes somos”, sentencia.

De la broma al diseño

En estos cinco años, SpainSays ha trascendido las pantallas. “Ver una publicación viral emociona”, dice Carlos, “pero ver a alguien con una camiseta tuya… eso es otra historia.”, confiesa. El universo visual de la marca se ha cuidado con el mismo detalle que el textual. “El copy manda, pero el diseño lo sostiene”, explica Mike. “Nos gusta que todo lo visual tenga coherencia: tipografía, color, tono; la broma es el gancho, pero detrás hay mucha intención estética”, explica. Una coherencia que les ha convertido en toda una marca cultural. Sus mensajes han saltado de Instagram a campañas con Martini, Camper, Vueling o Cervezas Alhambra, pero también al espacio urbano. Y es que Alicante, Madrid o incluso Leicester Square, en Londres, han sido escenarios de su creatividad. Unas frases que han tenido impacto porque también contienen una importante visión: reírse de uno mismo, pero con cariño. “Nos reímos de nosotros mismos, no de los demás, y eso la gente lo nota; nunca hemos querido burlarnos, sino celebrar cómo hablamos”, subraya Mike.

Cinco campañas que han marcado el camino

A lo largo de este lustro, SpainSays ha ido dejando su sello en algunas de las marcas más reconocibles del país.De la ironía a la identidad, su voz ha viajado de las botellas de Martini, con más de medio millón de unidades repartidas por toda España, al aire libre de los barrios de Madrid junto a Cervezas Alhambra, donde el consumo local se volvió motivo de orgullo. Ha surcado el cielo con Vueling, relanzado clásicos de Camper y puesto palabras a causas que importan, como la lucha contra la ELA de la Fundación Luzón. Incluso ha llenado de mensajes ingeniosos las calles de Alicante, la Puerta del Sol madrileña y la londinense Leicester Square para anunciar la Capital Española de la Gastronomía 2025. Entre colaboraciones con RTVE, Famosa, Tezenis o Kaiku Caffè Latte, SpainSays ha demostrado que el humor, la calle y la cultura pueden ser también una estrategia: hablar como la gente, pero con alma de marca.

Una fiesta con acento alicantino

Esa autenticidad tuvo su reflejo en su fiesta de aniversario. Alicante fue más que un escenario: fue un regreso al origen. “Es nuestro hogar y nuestra inspiración”, afirma Carlos. “Desde aquí hemos demostrado que no hace falta estar en Madrid para tener impacto nacional”. Es por eso que la elección del lugar era algo natural, según afirma Mike. “Era el lugar perfecto para cerrar un ciclo y empezar uno nuevo, y mejor”, apunta. Un evento que han estado preparado durante dos meses junto a un equipo de colaboradores (Victoria, Pilar, Rafa, Cristina, Nacho o Raúl, entre otros). “Es una obra coral”, destacan. Una cita en la que cada rincón respiraba SpainSays: desde el menú hasta los mensajes que decoraban las paredes e incluso los vasos. “Más que una fiesta, es un recorrido por toda nuestra historia; cada capítulo del evento es una etapa”, explica Carlos, flotando en esa sensación de que el humor también puede ser memoria.

De SpainSays a Cuatro Pueblos

Con todo, la nueva etapa que ahora comienzan tiene nombre propio: Cuatro Pueblos. Una agencia creativa que nace de la misma intuición que dio origen a SpainSays, pero con una estructura más sólida y una ambición clara, que es transformar la cultura en comunicación. “Las marcas empezaron a pedirnos que aplicáramos nuestro toque a sus campañas”, explica Mike. Y así ha nacido Cuatro Pueblos. “Para profesionalizar lo que ya hacíamos, pero con más equipo y el mismo corazón”, asegura. “Queremos trabajar con marcas valientes, dispuestas a hablar como la gente y no para la gente”, añade Carlos. En su ADN combinan cultura, calle y estrategia. “Para ir más allá, a veces hay que pasarse Cuatro Pueblos”, confiesan. Ahora, desde Alicante, el estudio busca consolidarse como referencia nacional para demostrar que la creatividad con acento local también puede marcar el ritmo del país. “Cuatro Pueblos es mucho más que una agencia creativa al uso porque SpainSays es la inspiración”, resumen.

SpainSays Festival

Y como si celebrar cinco años no bastara, SpainSays ya prepara su siguiente jugada: un festival inspirado en los años 2000, una década que marcó a toda una generación y que ahora vuelve convertida en homenaje colectivo. Diez artistas icónicos compartirán cartel en un evento que promete ser puro revival emocional, con nombres que, según adelantaron sus fundadores, podrían incluir a David Bisbal o La Oreja de Van Gogh. Más que un concierto, será una fiesta de memoria y ritmo, un guiño a los años de los tonos polifónicos, los vaqueros de campana y las primeras redes sociales. Una forma de seguir haciendo lo que mejor saben: conectar con la gente a través de lo que nos hizo —y nos sigue haciendo— sentirnos parte de algo.