ALICANTE. Ximo Perles, diputado provincial de Compromís y concejal de Calp, hace balance de los dos años de mandato de Toni Pérez (PP) al frente de a Diputación de Alicante. Perles llega a la conclusión de que la institución ha dejado de tener iniciativa política y que además acumula retrasos en las obras y recortes en planes para los municipios, especialmente, los más pequeños. También critica la falta de grandes proyectos y las dificultades de otros, como los centros de congresos proyectados en Alicante y Elche. En otra parte de la conversación analiza la situación de la coalición.
– Ya casi hemos pasado el ecuador del mandato de Toni Pérez en la Diputación. ¿Qué balance haces como diputado de Compromís?
– El balance es el de una ausencia total de actividad política. No hay gestión ni proyecto político. Toni Pérez ni está ni tiene equipo. Eso se nota en el día a día: el Plan +Cerca, peor que nunca; la ejecución presupuestaria, también. Además, partimos de una Diputación hipotecada por la gestión de Carlos Mazón. La sensación es esta: antes, la Diputación se usaba como bastión contra el gobierno del Botànic. Ahora, como no tienen contra quién luchar, la gestión propia está totalmente abandonada.
– ¿Eso augura que los dos años que quedan seguirán el mismo camino? ¿O crees que puede pasar algo que cambie el rumbo?
– No hay ninguna señal que indique un cambio de rumbo. Hace dos días aprobamos las bases del Plan +Cerca, a pesar de haber advertido que había errores materiales y criterios absurdos. Lo hicimos previamente, en comisiones, no como una crítica política sino como una aportación constructiva. Habíamos pedido formar parte del grupo de trabajo para mejorar la gestión entre todos, pero nunca se nos convocó. En definitiva, no les importa lo que diga la oposición porque tienen mayoría absoluta. Pero, además, tampoco tienen criterio propio, y acaban haciendo auténticos desastres.
– ¿Crees que esos errores del Plan +Cerca pueden ser objeto de una impugnación legal?
– Yo entiendo que deberían corregirlos porque hay errores materiales en la modificación de créditos que está en exposición pública. Compromís no tiene voluntad de bloquear la modificación, pero son ellos quienes deberían corregir los errores. Nos consta que los técnicos del pleno hicieron una enmienda in voce y el PP se negó, simplemente por no darnos la razón. Era un error patente y manifiesto: había dos listados de municipios con cantidades diferentes. Es que era absurdo.

- Ximo Perles -
- Foto PEPE OLIVARES
– Más allá de la valoración política, a nivel de gestión: ¿qué es lo que echas en falta en los ayuntamientos, incluso en los del PP?
– La Diputación tiene varias funciones. Recibimos quejas por la falta de asistencia jurídica a los municipios, especialmente los más pequeños, que no tienen servicios propios. Cada vez reciben menos dinero. El departamento de contratación tiene 200 o 300 expedientes paralizados. Es una barbaridad. Hay cosas que funcionan bien, como SUMA o el Consorcio de Bomberos, pero hay otras que están completamente paralizadas. La Diputación se está convirtiendo en un lastre para la gestión del día a día.
– ¿Y los alcaldes del PP no se quejan, o lo hacen con la boca pequeña?
– Yo creo que sí se quejan, pero naturalmente lo hacen a sus compañeros de partido. No lo harán delante de mí ni ante la prensa. Pero sí que hay descontento. Por ejemplo, el PP gobierna municipios como Llíber, que es uno de los grandes perjudicados por el reparto del Plan +Cerca, y que depende totalmente de las inversiones de la Diputación.
– ¿Y en qué se gasta, realmente, el dinero de la Diputación? Más allá del gasto corriente y el pago de nóminas...
– Es una muy buena pregunta. ¿Dónde va el dinero? No va. Tenemos gasto corriente y algunos grandes contratos, como carreteras, asfaltado, etc., que funcionan razonablemente bien. Más allá de eso, sí hay subvenciones, pero cada vez son menos y menos relevantes. Lo que está ocurriendo es que se acumula remanente de tesorería por falta de ejecución y de gestión. Sí, es cierto que hay dificultades para gastar debido a las normas fiscales, pero el PP también votó en contra de aumentar la regla de gasto en el Senado. Es una contradicción.

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– En el mandato anterior, se hacían grandes acciones como Fitur, exposiciones del Marq o etapas de la Vuelta Ciclista. ¿Qué ha pasado con todo eso?
– La política turística actual se dejó llevar por una propuesta de la Generalitat que generó mucho descontento: los municipios no estaban presentes en Fitur. Gran error. Ahora, por ejemplo, se han aprobado subvenciones a “proyectos singulares” como las habaneras de Torrevieja o el Castell de l’Olla de Altea, que pueden tener sentido. Pero de repente se incluye una carrera de Finestrat, que nadie conoce y no es más importante que, por ejemplo, el circuito de trail de la Marina Alta. ¿Por qué se incluye? Porque Finestrat está gobernado por Juanfran Pérez Llorca, mano derecha de Mazón. Eso es amiguismo puro, sin ninguna justificación documentada. No hay impulso político. El equipo del PP en la Diputación no tiene proyecto, ni ilusión, ni voluntad. Están solo para calentar la silla.
– ¿Ves voluntad política en los dos centros de congresos proyectados?
– Veo que están en un laberinto sin salida. Hace años que lo prometen y no saben cómo salir del embrollo. Es una barbaridad política y económica: dos centros de congresos, 60 millones de euros, el equivalente a cuatro años del Plan Planifica para todos los municipios. No pueden disponer del remanente. Prometen, pero no hacen nada. Ahora han gastado 200.000 € en un nuevo concurso de ideas. Todo va lento y no tiene sentido. La Diputación no está para eso. Está para ayudar a los municipios pequeños. Pero Mazón prometió “no un palacio, sino dos”, y ahora nadie sabe cómo hacerlo realidad.
– ¿Crees que debería ser la Generalitat quien impulsara esos proyectos?
– En todo caso, los ayuntamientos beneficiarios, como Alicante o Elche, o la Conselleria de Turismo, si se ven con capacidad. Pero la Diputación no tiene esa función. Su objetivo debería ser garantizar servicios básicos en los municipios pequeños: ciclo hídrico, sanidad, educación, transporte público... Pero eso no se hace. Hay municipios que no tienen escuela, ni consultorio médico ni transporte público. Si una familia tiene hijos, se tiene que marchar. O bien llevar y recoger a los niños cada día, algo incompatible con una jornada laboral si no eres millonario.
– En el mandato anterior se hablaba mucho de la despoblación. ¿Ahora se ha olvidado?
– Totalmente olvidado y tratado con frivolidad. El último pleno fue sangrante: se concedieron 100.000 € a Rojales por “riesgo de despoblación”, mientras Tollos, que ha pasado de 104 a 109 habitantes, no recibía nada. ¿Por qué? Porque ha crecido un 4% y “ya no está en riesgo”. Pero ¿los servicios básicos están garantizados en Tollos? No. No tienen ni sanidad ni educación ni presupuesto para ofrecerlo. Eso son excusas. Toni Pérez presume de visitar pueblos, pero lo hace como quien hace turismo rural. Y eso no es lo que se espera de un presidente de la Diputación.
– Y para terminar, ¿a qué atribuyes que se aprobara vuestra moción para mantener Alicante en zona de predominio lingüístico valenciano?
– El PP se vio forzado a aprobarla para contrarrestar una moción de Vox que iba totalmente contra el valenciano. Vox es un partido muy radical, y con la lengua lo es especialmente. Hace poco, una diputada de Vox me dijo que no me respondería si le hablaba en valenciano. Eso es brutal. Hablan de radicalismo nacionalista, pero yo he ido al País Vasco y he hablado en castellano en lugares donde solo se hablaba euskera, y nadie me ha dicho nada. Aquí, en cambio, te niegan la palabra por hablar la lengua propia. Creo que Toni Pérez intentó limpiar la imagen del PP, que depende de Vox en Alicante ciudad, y aceptó la moción para distanciarse. El gesto, al menos, es positivo a nivel cívico y ciudadano, y envía el mensaje de que la inmensa mayoría de representantes políticos ven esta cruzada contra el valenciano como una salvajada.

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