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el 'efecto sánchez' da 3 concejales más al psoe y unides podem eu se derrumba

Barcala obtiene premio de su año de gestión y tiende la mano a Cs para gobernar sin Vox

  • El alcalde y candidato del PP, Luis Barcala, celebra los resultados. Foto: RAFA MOLINA 

ALICANTE. Luis Barcala supera todas las adversidades que se interponían en su camino y, salvo sorpresa, retendrá la Alcaldía de la ciudad de Alicante tras el escrutinio del 26M como premio a su año de gestión. Lo hará como candidato de la lista más votada entre las seis que logran escaño en el pleno, o mediante un pacto con Ciudadanos (Cs), a quien el propio candidato popular se apresuró a tender la mano en sus primeras valoraciones sobre los resultados de la noche electoral

Su propuesta: una alianza para conformar un gobierno de centro-derecha a imagen y semejanza del surgido de las elecciones andaluzas, el pasado mes de diciembre. Es decir, sin contar con Vox. Al menos no para compartir competencias. Si los ediles del partido de Santiago Abascal están dispuestos a prestarle sus votos en el pleno de investidura, serán bienvenidos. Pero que se olviden de la posibilidad de gestionar porque el líder del PP ya dejó claro pasadas las 23:00 horas del domingo que no iba a ofrecerles esa opción.

Con los cinco representantes obtenidos por Cs, los populares sumarían 14 concejales y se quedarían a uno de la mayoría absoluta. Pero, de confirmarse la supuesta formación de ese bloque, no habría ninguna otra opción que pudiese superarles en votos a la hora de investir a un alcalde alternativo.       

¿Existe otra fórmula de gobierno posible que pudiese alejar a Barcala del poder? Lo cierto es que sobre el papel, sí: un hipotético acuerdo que también tuviese como protagonista a Cs. Se trataría de la constitución de un bloque alternativo formado por PSPV-PSOE y Cs. Ambas fuerzas sumarían, igualmente, 14 votos. Y tampoco tendrían competencia que pudiese reunir más apoyos a la hora de elegir a otro posible candidato de otro signo político. 

La posibilidad de conformar esta segunda alianza la insinuó -aunque sin citar directamente a Cs-, el aspirante socialista, Paco Sanguino, durante su comparecencia para evaluar los resultados cosechados por su candidatura. En esta línea, Sanguino anunció su intención de abrir una ronda de contactos con los partidos de centro-izquierda para formar "un gobierno y un proyecto de ciudad", para lo que necesariamente debería abrazar a Cs.

¿Qué alternativa parece más probable? A tres semanas del pleno de investidura, y con los gobiernos central y autonómico todavía por constituir, resulta ciertamente arriesgado descartar de forma tajante alguna de las dos. No obstante, a priori, todo parece indicar que tendría más posibilidades de éxito un acuerdo entre PP y Cs, antes que un pacto entre PSOE y el partido de Albert Rivera. Pero también podría darse en un escenario en el que cada fuerza se decante a votar a su propio candidato, lo que, en definitiva, seguiría concediendo la Alcaldía a Barcala como aspirante de la lista receptora de más papeletas.

La del PP fue la candidatura ganadora con 39.477 votos, el 29,34% del total y un concejal más de los obtenidos en 2015. Con esos números, el PP sigue todavía muy lejos de los registros que cosechaba hasta el año 2011, con holgadas mayorías absolutas en la ciudad, hasta que emergió una cascada de casos de corrupción, con el presunto amaño del Plan General que se investiga en el caso Brugal como ejemplo paradigmático. Su efecto se puso de manifiesto hace cuatro años, cuando la lista del PP sufrió el castigo de las urnas, pasó de 18 a 8 concejales y quedó abocada a la oposición.

Sin embargo, después de tres años del gobierno del cambio que trato de instaurar el extinto tripartito (PSOE, Guanyar y Compromís), Barcala habría conseguido sacar rédito de su año de gestión para recuperar al menos un edil de los diez perdidos en las municipales precedentes. Sigue sin ser un buen balance electoral para un partido que ha dominado el Ayuntamiento de Alicante durante 20 años consecutivos, hasta el paréntesis que se abrió en 2015.

Así, resulta aventurado concluir que el partido ha pagado ya su peaje y que ha recuperado la confianza de la ciudadanía. Pero, como mínimo, su cosecha electoral supone remontar la amenaza de sorpasso de Cs, a la vista de los resultados de las elecciones generales y autonómicas del pasado 28 de abril, cuando los de Rivera se convirtieron en la segunda fuerza más votada en la capital por detrás del PSOE.

Ahora bien, también cabe una lectura inversa. Si el PP tiene serias opciones de mantener el poder es gracias al retroceso de uno de los pilares que dio lugar al tripartito hace cuatro años: Unides Podem EU. En 2015, la confluencia precedente que lideraba EU con apoyo externo de Podemos, logró 6 concejales. Esta vez, la coalición encabezada por Xavier López se derrumba: pierde 15.931 votos y 4 representantes (obtuvo el 9,09% de las papeletas frente al 18,72% de hace cuatro años). Sobre el análisis de causas, podrían contemplarse varias: un posible contagio del efecto general de caída de Podemos y EU en el escenario nacional; el castigo al trabajo desempeñado en Alicante en estos últimos cuatro años; o bien simplemente que la candidatura presentada en esta ocasión no habría conseguido ilusionar ni movilizar al electorado.

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