ALICANTE. La Noche de la Economía Alicantina cuenta con una liturgia propia, más allá de la entrega de los premios de la Cámara de Comercio a las empresas más destacadas de la provincia en distintas categorías. El presidente cameral emplea su discurso para 'leer la cartilla' de errores, agravios y reivindicaciones pendientes a los poderes públicos, fundamentalmente a la Generalitat, siempre representada por el jefe del Consell de turno. Y éste tiene la opción de responder, si puede, durante su discurso de clausura.
Pero este año, el presidente de la Cámara de Comercio de Alicante, Carlos Baño, que se subía al escenario de la Euipo para desempeñar su papel por segunda vez desde que ganó las elecciones en 2022, decidió cambiar el guion. Ni un reproche al presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, que acudía en calidad de tal por primera vez tras varios años como presidente de la Diputación y antes como director general de la propia Cámara. Mazón lleva cinco meses en el cargo y, a decir de Baño, sus primeras medidas son del agrado de los empresarios.
Así que el pim-pam-pum fue esta vez exclusivamente para el Gobierno central (con algún que otro representante entre el respetable) y los pactos de Pedro Sánchez con los nacionalistas catalanes y vascos, que Baño teme que empeoren aún más el trato que dispensa actualmente el Ejecutivo a la provincia en materias como la inversión o la financiación de competencias. "Quienes creemos en la democracia no entendemos que siete diputados catalanes valgan más que doce diputados de Alicante", criticó. Ovación larga.