ALICANTE. Miguel Millana ya no es secretario general de la agrupación socialista de Alicante de forma oficial. Su dimisión quedó registrada en la tarde de este miércoles en un paso imprimido con la intención de despejar el proceso para la elección de un nuevo liderazgo que ahora deberá pilotar una gestora, bajo la dirección de las ejecutivas provincial y autonómica. Así lo ha manifestado este jueves el mismo Millana, en una comparecencia pública en la que ha desgranado los motivos de su renuncia al cargo, al que accedió hace siete años, en relevo del exalcalde Gabriel Echávarri.
Millana ha incidido en que su decisión se registra ahora, cuando se ha cerrado el proceso de renovación de los órganos de dirección superiores, con la elección de Rubén Alfaro como nuevo secretario provincial, y de Diana Morant como secretaria general de la federación autonómica, después de cerca de un año en el que, según ha señalado, ha intentado coser a las distintas sensibilidades del partido. "He querido compartir este diagnóstico con la nueva ejecutiva provincial", ha señalado. "Abrí un periodo de reflexión, que ya había iniciado antes con las distintas sensibilidades de la agrupación, y al ver que teníamos un diagnóstico compartido ante la necesidad de tomar un nuevo rumbo, me hizo determinar que era necesario tomar una decisión personal, la de la dimisión", ha explicado.
"Esto abre un proceso orgánico distinto en el que pasamos a confiar el futuro de la necesaria renovación del partido en Alicante en autoridades revalidadas por el voto democrático del partido en el congreso autonómico y en el provincial", ha apuntado. "Ese diagnóstico pasaba por mi persona, para facilitar ese proceso de renovación", ha abundado.
La dimisión se habría comunicado "de forma acordada" con el fin de lograr esa pretendida "renovación", además de un "fortalecimiento". "La base de militancia debe trabajar en construir una alternativa política que haga una concurrencia eficaz contra la hegemonía de las derechas", ha abundado. "El hecho de llegar a esta conclusión hace que el planteamiento sea compartido" con las estructuras superiores del partido, "con el fin de que podamos presentarnos a las siguientes elecciones con una candidatura de éxito capaz de gobernar", ha recalcado.
Así, ha subrayado la importancia del voto de los alicantinos para decantar la elección de la presidencia de la Diputación y de la Generalitat. "Mi dimisión abre la puerta a que se pueda trabajar en esta senda", ha señalado Millana. "Toda trayectoria política necesita de un punto de inflexión y con mi decisión se facilita", ha insistido. En este sentido, ha lanzado a los militantes un mensaje de tranquilidad "para que confíen en este nuevo proceso" pilotado por las direcciones provincial y autonómica. "Cuando la derecha tiene una hegemonía de cerca de dos décadas, hay que hacérselo ver", ha remarcado, por lo que ha considerado necesario "construir una nueva alternativa" y "eso no puede ser posible con un partido que no tenga clara una dirección", ha señalado, sin aludir de forma directa -salvo cuando ha sido cuestionado de forma específica- sobre el supuesto control de la agrupación que se ha venido atribuyendo en los últimos años al exsenador Ángel Franco.
Gestora sin duración determinada
Sobre la constitución de la gestora, ha señalado que los plazos los marca a partir de ahora la ejecutiva provincial, sin aportar mayores detalles. "Primero deben determinar qué personas la van a integrar y cuáles son los tiempos de su vigencia", ha apuntado. Al respecto, sólo ha señalado que los estatutos del partido plantean unos plazos de duración recomendables, sin llegar a precisar si podría permanecer activa hasta las próximas elecciones municipales.
"Lo que hemos vivido hasta ahora es lo que se trata de cambiar; he hecho un esfuerzo especialmente en el último año por generar una situación de mayor cohesión, he llegado a la convicción compartida que es mejor que los órganos superiores aúnen y limen las cuestiones que pueda haber de aspiraciones personales, porque hay un bien superior, que es construir esa alternativa", ha apuntado.
Respecto a la evolución del partido desde su elección como secretario general, con apoyo del sector alienado en torno al mismo Franco, ha sostenido que se ha intentado "distintas soluciones" sin que hayan deparado el resultado pretendido, por lo que ha considerado que la decisión de la renuncia es un punto de inflexión necesario para renovar el partido y "armar" esa alternativa a las derechas, según ha recalcado. "El paso que yo he dado es decir a los militantes que confíen en la dirección provincial y autonómica para marcar ese camino", ha apuntado.
En todo caso, ha apuntado que "yo no hablo de personas, sino de línea política" respecto a la construcción del nuevo liderazgo del partido que deberá encargarse de confeccionar esa alternativa. Así, ha insistido en la alineación con el secretario provincial, Rubén Alfaro, y con la secretaria autonómica, Diana Morant. Y, por último, ha admitido que no había hablado de su decisión ni había mantenido ningún contacto con Franco, tras insistir en que "en realidad no es una persona con competencias gobernativas sobre la cuestión".