ALICANTE. El aumento progresivo del número de residentes en el distrito de Playas de Alicante, fruto de la expansión urbanística y de la llegada de residentes estacionales durante los meses de verano, obligan a adoptar medidas para reforzar y garantizar el servicio de abastecimiento de agua para una población que supera los 52.000 habitantes. Esa es la motivación que llevó a programar la construcción de un nuevo depósito regulador de agua desalada, como infraestructura anexa al funcionamiento de la planta de Mutxamel, que quedará emplazada en el paraje de Montepino, en Monte Orgegia (en el límite con Mutxamel y próximo a la urbanización Colina Real) que ahora afronta la fase definitiva para que pueda promoverse su ejecución.

Su construcción requería de encaje urbanístico, toda vez que los terrenos en los que se planteaba su instalación estaban considerados como suelo de carácter no urbanizable protegido, bajo la condición de paraje. De ahí que resultase necesaria su recalificación. No obstante, ese trámite ya ha quedado resuelto, después de que la comisión territorial de Urbanismo de la Conselleria de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio avalase la modificación puntual número 45 del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) el pasado mes de julio, en un acuerdo que cobró carta de naturaleza mediante su publicación en boletines oficiales hace menos de diez días.

Ese cambio urbanístico supone que el ámbito en el que se proyecta su construcción -una parcela de 4.195,72 metros cuadrados- haya quedado reconocida como sistema dotacional de servicios e infraestructuras. ¿Qué pasos quedarían por completarse a partir de ese avance? El primero, sería el acto de entrega y puesta a disposición de ese suelo a la empresa mixta Aguas de Alicante como entidad responsable del desarrollo del depósito. Fuentes consultadas confirmaron que ya se habría concertado un acuerdo de compra con el propietario de esos terrenos (sin necesidad de acudir al procedimiento de expropiación) por un importe que no ha trascendido (pero que quedará cubierto con cargo al Plan Especial de Inversiones de Alicante de Aguas). Con todo, ese entendimiento permitiría acelerar la obtención del solar y su cesión a Aguas, sin tener que superar el procedimiento administrativo que conlleva una compra forzosa.

El acuerdo de cesión de la parcela debería quedar aprobado en una reunión de la Junta de Gobierno (el foro de representación política en el que se adoptan la mayor parte de las decisiones que atañen a la gestión municipal) en el momento en el que se cierre la operación de compra. Por lo pronto, ya se ha aprobado el convenio por el que se regula la transmisión de la parcela. La disposición de ese suelo será el pistoletazo de salida para que Aguas pueda licitar la redacción del proyecto de ejecución por la construcción del depósito y de las conducciones de llenado y vaciado desde la conducción de la desalinizadora. Se trata de un encargo para el que se estima un plazo de seis a ocho meses de elaboración. A ese concurso, se sumará, además, el de la dirección de obra. A partir de ahí, se procederá a licitar la ejecución de los trabajos constructivos.

Y lo cierto es que no se trata de una obra menor. Aguas estima un presupuesto inicial de 7.645.824 euros (sin contabilizar impuestos), además de otros 150.000 euros para la redacción del proyecto y la asistencia técnica, toda vez que el depósito se plantea como construcción semisoterrada que, además, quedará rodeada por una cubierta vegetal con el propósito de reducir su impacto paisajístico sobre el entorno.

Entre tanto, Aguas de Alicante ya ha adelantado gestiones con otras administraciones relacionadas como la Conselleria de Medio Ambiente, Infraestructuras y Desarrollo para que se autorice el cruce del trazado de la CV-81 mediante hinca de tuberías. También ha concertado acuerdos con la empresa pública Acuamed, titular de la planta desaladora de Mutxamel, para realizar las conexiones con las tuberías procedentes de dicha planta. Y, por último, también ha avanzado trámites con el Ayuntamiento de Sant Joan d'Alacant para la solicitud de permisos necesarios de las conducciones que atravesarán su término municipal.

Con ello, se habría tratado de solapar la obtención de permisos previos, con el fin de acelerar las obras de una instalación con capacidad para almacenar hasta 25.000 metros cúbicos de agua desalada como reserva estratégica para garantizar el abastecimiento del distrito. Especialmente, en los meses de la temporada estival en los que se produce un incremento poblacional y un aumento en la demanda en los sectores de Playa de San Juan, La Condomina y La Albufereta. De hecho, el consumo anual en ese ámbito es de 3 hm³, con unas puntas de suministro en periodo estival de 17.000 m³/día, según concreta el acuerdo de la comisión territorial de Urbanismo por el que se validó la recalificación de la parcela.