ALICANTE. No es un secreto: el estado de conservación del Castillo de Santa Bárbara de Alicante requiere de actuaciones que procuren su adecuación, reparación y mantenimiento de forma periódica. Así lo ha reconocido el equipo de gobierno, del Partido Popular (PP), en respuesta a las denuncias formuladas desde entidades sociales, como la Plataforma Unir Alacant, y desde grupos políticos, como PSOE y Compromís. Y así queda recogido en el Plan Director del baluarte, cuya redacción se concertó durante el pasado mandato al gabinete Arquitectura y Urbanismo Estudio Boix, que queda ahora pendiente de revisión por parte de los departamentos de Infraestructuras y Urbanismo antes de que pueda quedar validado.
En todo caso, lo cierto es que el Ayuntamiento, bajo la coordinación del departamento de Cultura, ya trabaja en la definición de seis proyectos de intervención en otros tantos espacios que se pretende ejecutar de manera escalonada a partir de este ejercicio. Una de las primeras actuaciones que deberían ver la luz en este 2025 es la rehabilitación del baluarte de Santa Ana, puesto que ya está contemplada en presupuesto de este año con una partida de 228.926 euros. Y le seguirán la restauración del foso de l'Albacar d'Enmig y parte de la torre de Santa Caterina, además de otras actuaciones en la Torre de Coloma y en la Poterna, así como en el puente sobre el foso que da acceso a esa zona, según precisan fuentes municipales.
Con ello, se trata de avanzar en la recuperación y puesta en valor de las distintas estancias de la fortaleza, en fases sucesivas, como ya se actuó en el caso de la restauración del Baluarte de la Mina finalizada en 2022. Y se trata, además, de actuaciones al margen de reparaciones puntuales en puntos concretos de la muralla que han sufrido desprendimientos, que también se pretende abordar de forma inminente, según fuentes municipales.
Ese conjunto de intervenciones también están incorporadas en el Plan Director, concebido como hoja de ruta para procurar la protección, comprensión y divulgación de los principales elementos que componen la fortaleza, dentro de los diferentes contextos históricos en que fue configurado, con el diseño de actuaciones y medidas a un horizonte de entre 15 y 20 años, según las mismas fuentes. Para ello, el documento se organiza en tres fases distintas.
La primera es un estudio previo sobre el castillo, en el que se recoge la descripción arquitectónica y cartográfica del conjunto arqueológico y de los elementos que lo componen. Fuentes municipales consultadas precisan que, en ese apartado, el Plan Director realiza una síntesis con la información actualizada sobre el Castillo de Santa Bárbara, reflejando su importancia y evolución histórica, así como las diferentes etapas de investigación realizadas hasta la fecha, con el objetivo de tener el mayor conocimiento y compresión posible sobre la fortaleza.

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La segunda es la fase de diagnóstico, en la que se aborda el reconocimiento y análisis de los datos obtenidos en el estudio previo, con el objetivo de realizar el programa de necesidades y objetivos específicos, que determinen las propuestas de actuación. Esta fase de diagnosis debe establecer los criterios de intervención y seguimiento de las actuaciones a desarrollar en el conjunto y su entorno, en materias como la restauración, consolidación, mantenimiento, puesta en valor, accesibilidad, integración paisajística y del entorno, nuevas prospecciones, excavaciones y zonas de reserva arqueológica.
Y la tercera y última consistiría en una propuesta de programa de actuación, en la que se señalan las acciones o medidas a implementar para procurar la protección, conservación, consolidación y puesta en valor del conjunto, en el que se encuadrarían los proyectos de rehabilitación, además de la incorporación de medidas enfocadas en su musealización, en la mejora de la visita turística o, incluso, en una posible recomendación sobre un número máximo de visitantes diario con el fin de contribuir a preservar el patrimonio y mejorar el disfrute de la propia estancia, sin aglomeraciones. Por lo pronto, el baluarte pasa por ser el monumento histórico más visitado de la Comunitat con más de 950.000 visitantes, según el último balance correspondiente a 2024.
Medidas en proceso
En realidad, algunas de las medidas o líneas de actuación comprendidas en el Plan Director ya están, al menos, en fase de planificación. Se trata, por ejemplo, de elementos como la incorporación de un centro de recepción de visitantes, que quedará posicionado en la antigua casa del ingeniero forestal, a los pies del Benacantil, junto al trazado de la calle Vázquez de Mella. De hecho, ya se ha licitado la contratación de las obras para procurar la transformación de ese inmueble, en desarrollo del Plan de Sostenibilidad Turística municipal. Además, también se ha incorporado el servicio de conexión a internet como paso previo a la implantación de tecnologías de realidad aumentada y realidad virtual con las que se prevé procurar a los visitantes información sobre la historia del monumento y su evolución. Y también se ha lanzado la contratación de las obras de adecuación del acceso peatonal desde el parque de La Ereta.
En esta línea, se prevé que al menos parte de esas medidas ya estén ejecutadas o en desarrollo en cuanto se produzca la aprobación definitiva del Plan Director, sin necesidad de que se deba esperar a que el documento pueda quedar avalado por la Conselleria de Cultura, con la que ya se coordinan actuaciones puntuales. El examen de la propuesta por parte del departamento autonómico será el próximo paso de su tramitación administrativa en el momento en el que concluya la revisión del documento por parte de todas las áreas municipales involucradas en su mantenimiento y gestión. Así, será Cultura quien tenga la última palabra para darle su visto bueno toda vez que el castillo está reconocido como Bien de Interés Cultural (BIC).