ALICANTE. El proyecto de restauración ambiental de la Serra Grossa de Alicante comienza a dar sus primeros pasos, más allá de la firma del protocolo de colaboración suscrito el pasado mes de julio. Los tres actores implicados en la regeneración de ese espacio -la Conselleria de Medio Ambiente, el Ayuntamiento de Alicante y el Grupo Cívica- han constituido una comisión de seguimiento encargada de coordinar el desarrollo del conjunto de actuaciones que se pretende llevar a cabo para que el monte pueda convertirse en un nuevo pulmón verde integrado en el casco urbano de la capital.
Fuentes consultadas indicaron que el nombramiento de las personas que conforman esa comisión ha permitido comenzar a trabajar con el paisajista responsable del diseño de la actuación, José Luis Romeu, y con representantes del grupo Cívica para definir fases, prioridades, presupuesto y trabajos concretos en el camino hacia la renaturalización del espacio. Se trata de intervenir sobre una superficie global de 70 hectáreas, en su mayor parte propiedad del Grupo Cívica, que se pretende poner a disposición de la ciudadanía -mediante su cesión gratuita- para su uso y disfrute como parque medioambiental y lugar de esparcimiento.
La actuación planteada comprende la restauración de ese espacio, que en la actualidad presenta un estado de semidegradación como consecuencia de la falta de riego, la presencia de vegetación impropia y la generación espontánea de distintos caminos no señalizados, creados por el efecto pisada de los visitantes. Así, el objetivo del proyecto es preservar el carácter singular mediterráneo original de ese paisaje y potenciar su dimensión pública como espacio natural, según fuentes de la conselleria de Medio Ambiente.
En esta línea, el protocolo de colaboración suscrito entre las tres partes en julio ya establecía que se emplearán las mismas especies u otras autóctonas para replantar en las zonas de la Serra Grossa que lo precisen, tras la retirada de la vegetación impropia o seca. Además, se limpiarán y arreglarán todos los caminos incorporando materiales naturales. Y se identificarán los distintos itinerarios, recorridos y senderos mejorando su estado y conservación.
Al tiempo, se prevé configurar varios miradores para la observación de aves y con vistas panorámicas sobre el mar y la ciudad. Por su parte, la Conselleria de Medio Ambiente colocará nuevas señales explicativas de la historia, biodiversidad y patrimonio natural de esta sierra. Y a su vez, el Ayuntamiento, junto a Aguas de Alicante, se encargarán de llevar agua regenerada hasta la zona alta de la sierra para que, en caso de incendio, los efectivos de extinción puedan actuar de una forma rápida y controlada, así como para la realización de riegos de emergencia cuando así lo aconsejen las circunstancias meteorológicas.
Puesta en valor
El propio Romeu, encargado del diseño de la intervención, precisó el pasado julio que se pretendía realizar una intervención "blanda" que fuese respetuosa con el entorno y que permitiese ponerlo en valor desde el punto de vista ambiental. Entre las primeras actuaciones a ejecutar, además de la retirada de vegetación seca -lo que permitirá reducir el riesgo de incendio- se pretende eliminar la presencia de escombros y de grafitis detectados en varios emplazamientos. Y se contempla el uso de elementos naturales para acondicionar sus senderos y para adecuar todos los accesos desde La Albufereta, la calle María Teresa de Calcuta y la calle Obispo Oliver.
En este sentido, también se pretende usar piedra natural para instalar bancos en los miradores. El proyecto contempla, igualmente, el estudio de los restos arqueológicos presentes en el conjunto de la sierra, entre los que figurarían restos de baterías defensivas utilizadas durante el periodo de la Guerra Civil, con el propósito de ponerlos en valor e integrarlos en el proyecto. E incluso se prevé habilitar un espacio concreto para la práctica de escalada en una roca en la que ya se ha venido desplegando esa actividad por parte de los aficionados, según concretó Romeu.
Eso sí, por el momento se desconocen plazos concretos para que puedan materializarse las primeras intervenciones. Y tampoco se ha detallado cuál sería el coste económico necesario para realizarlas. Se trata de cuestiones que deben abordarse en esa comisión de seguimiento, en la que también se debe cuadrar el acuerdo de cesión gratuita del suelo para facilitar la intervención pública sobre suelo que todavía es de titularidad privada.