ALICANTE. Nuevo peldaño en la escalera de los presupuestos del Ayuntamiento de Alicante para 2026. Esta vez, en lo que atañe a otro de los organismos autónomos municipales: el Patronato de Turismo. El equipo de gobierno, del Partido Popular (PP), prevé someter a debate su propuesta de planificación económica el próximo martes, día 23, con el fin de cubrir una etapa más hacia la aprobación de las cuentas generales, después de que ya se haya validado el presupuesto del Patronato de Educación Infantil. En ese caso, el dictamen favorable se adoptó con los únicos votos a favor del propio PP. Vox, Compromís y Esquerra Unida Podem se abstuvieron, mientras que el PSOE votó en contra, tras incidir en su crítica a la exclusión de fondos para la construcción de la tercera escuela infantil municipal, entre otros puntos.

Así, está por ver cuál puede ser el resultado de la votación respecto a la propuesta perfilada para Turismo, en un patronato en el que no solo interviene la parte política, puesto que los representantes empresariales también tienen un peso proporcional especial. De hecho, la posición de los patronos de las asociaciones sectoriales resultó clave para que se incrementase la partida destinada a ayudas a la promoción en 400.000 euros, después de que sus votos tumbasen el planteamiento original en una primera votación. 

Por lo pronto, la propuesta planteada para 2026 se caracteriza por el continuismo, más allá de que se registre un incremento próximo a los 400.000 euros en el montante global. Se pasa de los 6,3 millones de las cuentas de 2025 a los 6,7 planteadas para 2026. Ese incremento se justifica en la necesidad de hacer frente al incremento del gasto que supone la renovación de algunos contratos relacionados con la prestación de servicios. Fundamentalmente, con el servicio asistencia y salvamento en playas, adjudicado a mediados de 2024 de nuevo a una UTE compuesta por Ebone y Embesur, que incrementa horas de prestación y personal, y, con ello, el gasto comprometido, con la correspondiente repercusión del IPC en las tablas salariales.

Sin nuevas inversiones

No obstante, también figuran otros incrementos derivados del servicio de atención en las oficinas de información turística, el servicio de actividades lúdicas de los tres puntos accesibles habilitados en las playas, el mantenimiento de las infraestructuras en las zonas de baño, y el servicio de dinamización turística del Castillo de Santa Bárbara. A ello se suma también la actualización del contrato de servicios por la realización de las acciones promocionales y publicitarias. Ese listado de contratos sería el responsable de que el capítulo de gastos se incremente en un 8,55% respecto a las cuentas de 2025. También crecería el capítulo de personal, en un 3,84%, mientras que las inversiones se mantendrían en el mismo nivel que el año precedente, con una previsión inicial de solo 1.003 euros, abierta a posibles ampliaciones mediante modificaciones de crédito.

De hecho, en la misma reunión de la Junta del Patronato en la que se prevé dictaminar sobre el presupuesto, también se somete a votación el primer expediente de modificación de créditos del presupuesto de 2025 por un importe de más de 1,7 millones que, principalmente, estarían destinados a saldar pagos pendientes por la prestación del servicio de salvamento anteriores a la adjudicación del contrato actual. Ese suplemento se obtendría del propio remanente del organismo autónomo, que asciende a más de 7 millones.

Sea como fuere, el debate sobre las cuentas del Patronato de Turismo supone un nuevo examen a los apoyos de los que puede disponer el PP para aprobar el próximo presupuesto, en un escenario en el que ha venido contando con el respaldo de Vox para sacar adelante las cuentas de 2024 y 2025 tras la firma de dos acuerdos bilaterales condicionados al cumplimiento de varios compromisos a propuesta de los voxistas. Por el momento, no ha trascendido que el PP haya abierto contactos con ninguno de los cuatro grupos que ejercen funciones de oposición (PSOE, Vox, Compromís y Esquerra Unida Podem) con el fin de negociar la incorporación de sus iniciativas y, así, facilitar la aprobación de las cuentas. Se trata de un indicio que podría complicar la posibilidad de que las cuentas quedasen aprobadas antes del 31 de diciembre: una circunstancia que no se ha cumplido en los últimos tres mandatos.