ALICANTE. El Real Club de Regatas de Alicante (RCRA) comienza a desentrañar soluciones de futuro tras el conflicto instalado entre su masa social respecto a la necesidad de abordar reparaciones en la estructura de los pantalanes y sobre la propuesta de renovación de los contratos de alquiler de sus amarres.

El primer paso en esa dirección tiene que ver con la gestión administrativa de sus cuentas, sobre las que se ha acordado el depósito de la liquidación presupuestaria del ejercicio de 2024 en el Registro de Asociaciones autonómico, a pesar de que ese balance contable quedó rechazado en el transcurso de la última asamblea, celebrada el pasado 30 de junio. Fuentes consultadas indicaron que la junta directiva habría adoptado esa decisión para cumplir con su obligación legal tras valorar que se contaba con el aval que concedería una circunstancia esencial: el hecho de que ese informe de liquidación había sido auditado por una entidad externa.

De igual modo, la entidad tendría garantizado su funcionamiento ordinario con la prórroga de esas cuentas, después de que la mayoría de sus socios también tumbase en esa última asamblea la propuesta de presupuestos elaborada para 2025. De este modo, al menos por el momento, no se contempla la posibilidad de promover una reformulación de ese proyecto presupuestario, toda vez que el día a día del club no requeriría del uso de grandes recursos no previstos en las cuentas de 2024, según precisaron fuentes consultadas.

Además, se ha acordado la constitución de dos comisiones de trabajo distintas -una de carácter técnico y otra centrada en el área jurídica- con el propósito de abordar soluciones de futuro respecto a las dos cuestiones que siguen generando opiniones enfrentadas entre los socios: la inversión en reparaciones y la próxima extinción de los contratos de alquiler de los amarristas en 2027, toda vez que la directiva actual los considera ligados a la duración de la concesión inicial de las instalaciones otorgada por la Autoridad Portuaria, y que ahora se acaba de renovar hasta 2048.

Solución consensuada

Fuentes consultadas señalaron que las dos comisiones cuentan con participación de todas las sensibilidades que conviven entre la masa social del club, de modo que pueda alcanzarse una solución consensuada para afrontar las dos situaciones que siguen generando controversia en el seno de la entidad. En principio, la comisión técnica tendría una labor aparentemente más simple, en la medida en que se trataría de revisar los informes externos ya solicitados respecto al estado de los pantalanes que, en principio, resultarían menos discutibles. En ellos, se apunta la conveniencia de abordar un proyecto de reparación que comprendería una inversión próxima a los cinco millones, lo que obligaría a afrontar un esfuerzo económico no asumible con los recursos disponibles. 

La comisión jurídica sería, así, la que debería afrontar una tarea de mayor complejidad respecto a cómo proceder respecto a los contratos de alquiler de los amarres, cuya actualización se habría presentado como fórmula para generar la tesorería necesaria que permitiese cubrir los gastos de reparación de los pantalanes. Al menos, esa es la propuesta que planteó la directiva actual el pasado mayo, aunque tampoco llegó a ser aceptada por la asamblea. Todo, en un contexto preelectoral, ya que la entidad debe elegir nueva directiva el próximo mes de enero, cuando finaliza el mandato actual, después de que quedase anulada la convocatoria electoral anticipada que se había llegado a plantear en mayo.