ALICANTE. La división interna se aviva en el Real Club de Regatas de Alicante (RCRA) hasta instalarse en una situación cada vez más enconada y de futuro incierto. Después de que quedase anulado el proceso electoral que se pretendía impulsar como posible salida que permitiese afrontar la renegociación de los contratos sobre los amarres, y la inversión necesaria en la reparación de los pantalanes, su directiva trata de buscar ahora nuevas opciones para garantizar la continuidad del club después de que, en la asamblea celebrada este lunes, una mayoría de su masa social rechazase aprobar el balance de cuentas correspondientes al ejercicio de 2024, así como el presupuesto de 2025.
Las dos propuestas suscitaron el voto en contra de 463 y 453 socios, respectivamente, frente a los 393 y 349 votos a favor, lo que refleja el grado de discrepancia arrastrado respecto a la gestión de la entidad en aspectos como el supuesto retraso en la convocatoria de la asamblea en la que debía debatirse sobre las cuentas, en la falta de información sobre algunos de los proyectos ejecutados (como la reparación de la piscina ubicada en las instalaciones del club en el Tiro de Pichón, junto a la Playa de El Cocó) o en aclaraciones sobre el presupuesto, según apuntaron a través de un comunicado portavoces de la masa social que mantiene una línea crítica frente a la directiva actual. Todo, además, con el transfondo de esa renovación de los contratos sobre el uso de los amarres que su junta considera procedente, y de la inversión de cerca de 5 millones que, según un informe técnico encargado por el RCRA, se habría estimado necesaria para reparar los pantalanes ante su estado de deterioro.
Por lo pronto, tras el desenlace de esa última asamblea, la junta actual estaría sondeando distintas alternativas para procurar la viabilidad del club, "pensando en los intereses globales, y no en intereses particulares" después de asumir el resultado de la votación y de "hacer autocrítica", según apuntó su presidente, Miguel López. Todo, eso sí, después de defender que el cierre contable del ejercicio de 2024 y las previsiones para 2025 presentaban unos balances "equilibrados" y "auditados por una auditoría externa por voluntad de esta junta directiva" a pesar de que, según sostuvo, no resultaría obligatorio.
Proceso electoral
¿Qué escenarios se abren a partir de ahora? Está por ver qué camino concreto se acaba planteando para no lastrar la actividad del club, de forma que pueda seguir disponiéndose de sus recursos para afrontar su gestión diaria. Con todo, esa solución no se prevé a corto plazo. En principio, no se contempla la posibilidad de convocar una nueva asamblea en la que puedan abordarse esas nuevas propuestas y debatirlas con el conjunto de los socios. En todo caso, el desenlace definitivo de ese enfrentamiento interno podría postergarse hasta el próximo mes de enero, cuando vence el mandato de la directiva actual y debe convocarse de forma forzosa nuevas elecciones para renovar su composición.
A cinco meses vista, no habría trascendido todavía cuántas candidaturas podrían acabar registrándose en esa cita con las urnas. Como mínimo, podría darse por hecho que la actual directiva estaría dispuesta a revalidar la confianza de los socios, ya que, al menos, esa era la voluntad que se había manifestado cuando se promovió la convocatoria electoral extraordinaria, el pasado mes de mayo, y que después resultó anulada por discrepancias en el resultado de la votación. Hasta ahora, no se ha dado a conocer la posibilidad de que pueda presentarse alguna otra lista alternativa.