ALICANTE. La suspensión de licencias acordada por el Ayuntamiento de Alicante para la instalación de pisos turísticos aislados, que este julio se extendió también a los bloques en edificios completos, no frena el desarrollo de actuaciones promovidas con antelación a la entrada en vigor de ese bloqueo. Así se dispuso de manera expresa en el acuerdo promovido por la Concejalía de Urbanismo. Y así se pone de manifiesto con la llegada de al menos otros dos nuevos protagonistas en una de las calles más emblemáticas y concurridas del Centro de Alicante como la calle San Francisco.
El primero de esos nuevos bloques turísticos que ocupa un edificio de forma exclusiva se sitúa en el primer tramo de ese eje peatonal, prácticamente en su confluencia con la plaza de Calvo Sotelo. Se trata de un edificio de nueva construcción, que cuenta con acceso desde la calle Barón de Finestrat, en el número 59. Sus obras concluyeron poco antes del verano, después de un periodo de más de dos años para que se produjese su finalización, por lo que se trata de un proyecto gestado mucho antes de que el actual equipo de gobierno, del Partido Popular (PP), optase por poner freno a la concesión de nuevos permisos con el propósito de abordar una regulación urbanística específica sobre el sector de los alojamientos turísticos. Ahora, es su planta baja -que sí recae en la calle San Francisco- la que sigue en proceso de reforma, al tratarse de un local comercial desvinculado del uso turístico del resto del edificio.
El segundo proyecto es más reciente, aunque también se planteó antes de que se promoviese la moratoria. Se trata del proyecto impulsado por la sociedad Valiboard en el número 55 de la calle San Francisco, en el que justo ahora se acaban de acelerar los trabajos de remodelación, a cargo de la constructora Atrio. El inmueble ocupa toda la manzana, al prolongarse sobre la calle Valdés, y dispone de planta baja, tres alturas y ático. Y, en principio, se habría planteado como destino de apartamentos turísticos de gama alta, por las dimensiones de los apartamentos proyectados, según fuentes consultadas.
Más de 3.100 VUT
Esos dos nuevos bloques se suman a los alojamientos ya operativos en esa misma calle peatonal, conocida como la calle de las setas por la tematización de sus juegos infantiles, como los apartamentos Sweet San Francisco o el Hotel BH San Francisco, al margen de Jerusalén Suites o de Well Renting, con fachada posterior en esa vía, sobre la que ya se ha anunciado una próxima actuación municipal para renovar su mobiliario y el repintado de su pavimento.
Entre tanto, todavía no se ha concretado el contenido definitivo de la regulación específica sobre el sector de los pisos turísticos en la que ya están trabajando los técnicos de la Concejalía de Urbanismo, más allá de que se abogará por una propuesta de zonificación, en la que se pretende fijar una capacidad de carga máxima por sectores. En último término, esa ordenación podría augurar el blindaje de determinados ámbitos en los que se considere que ese límite ya se habría superado o estaría apunto de alcanzarse, de modo que no se concediesen más licencias, una vez levantada la suspensión actual. Esa medida se prolongará hasta enero de 2027 (cuando se cumplen sus dos años de duración) salvo que el recurso contencioso-administrativo registrado por la patronal autonómica APTUR CV surta efecto y logre su cancelación como medida cautelar hasta que se resuelva el fondo de su impugnación.
Todo ello, en un contexto en el que los datos oficiales del registro autonómico de Turisme Comunitat Valenciana contabilizan la existencia de hasta 3.132 viviendas turísticas aisladas (VUT) en el conjunto del término municipal, después de que se haya efectuado una segunda fase de su depuración hasta ahora. Además, ese mismo registro identifica la presencia de otros 102 bloques o conjuntos de viviendas turísticas distribuidos el casco urbano.
