ALICANTE. Primera fase, concluida; segunda, en marcha. El proceso de traslado del monumento de Torre Placia -uno de los edificios defensivos que conforman el Bien de Interés Cultural (BIC) de las Torres de la Huerta- avanza con el inicio de su reconstrucción en su nuevo emplazamiento: una parcela de propiedad municipal calificada como zona verde que se sitúa entre la calle Juana Francés y la avenida Conrado Albadalejo, a cerca de 200 metros de su ubicación original.
La empresa adjudicataria de los trabajos, Estudio Métodos de la Restauración, concluyó en torno a finales de febrero el proceso de desmontaje del edificio, tras la retirada de todos sus elementos constructivos pieza a pieza. Es decir, mediante el sistema planteado como fórmula de ejecución del encargo que acabó siendo seleccionado por la comisión de expertos designada para decantar el concurso, en el año 2019. Seis años después, esa primera parte de la tarea ya está finalizada, a pesar de las dificultades que habría supuesto garantizar la estabilidad de la estructura y la conservación de sus sillares por el estado de deterioro en el que se encontraban algunos de sus elementos, según fuentes consultadas.
De hecho, la necesidad de apuntalar el edificio, con el consiguiente retraso respecto a los tiempos programados, habría sido una de las circunstancias por las que, este mes de febrero, se convino extender en ocho meses adicionales el plazo de ejecución del contrato. Máxime, toda vez que el inicio efectivo de los trabajos no se produjo hasta el mes de diciembre, una vez que se dispuso de la renovación del permiso arqueológico por parte del Servicio Territorial de Cultura y que se pudieron completar los preparativos previos, desarrollados a partir de julio.
Sea como fuere, el solar original que acogió la construcción de la torre en la calle Clara Campoamor, ha quedado expedito. El conjunto de piezas que la conformaban permanecen clasificadas por secciones en su nuevo emplazamiento, donde se ha comenzado a acondicionar la cimentación para reconstruirla desde su base, con el apoyo de una grúa ya posicionada sobre el solar. En principio, la reconstrucción debería quedar concluida con fecha límite de 25 de septiembre, en función del nuevo plazo acordado en febrero (siempre que no concurran contratiempos que motiven un segundo aplazamiento).
Será entonces cuando pueda darse cumplimiento a la sentencia dictada por el Tribunal Superior de Justicia (TSJCV) en 2004, en la que se conminaba inicialmente al Ayuntamiento de Alicante a acordar la demolición de parte de las viviendas del residencial Azalea Golf a las que se concedió licencia de construcción en el año 2000 a pesar de que invadían el perímetro de protección de la torre.
- La Torre Placia, en su ubicación original, y el solar, tras su desmontaje. -
No obstante, el ayuntamiento planteó la reubicación del monumento como fórmula alternativa al derribo de las viviendas. Y el alto tribunal acabó asumiendo esa opción, al tratarse de una vía que evitaba el desarraigo de los propietarios, así como un menor coste económico, aunque conllevase asumir una inversión de 1,7 millones en la compra de la torre. El Ministerio de Cultura avaló, después, esa propuesta al considerar que la nueva ubicación propuesta mantenía el contexto histórico y funcional de su emplazamiento primigenio.
Solar original protegido
Eso sí, esa autorización quedaba supeditada a varias condiciones. Entre ellas, que ese solar original siguiese quedando preservado como parte del BIC. Tanto es así que el proyecto comprende su adecuación y señalización, hasta el punto de que se mantendrá la huella de la situación exacta de la torre. Y no solo eso. También se prevé profundizar en la investigación histórica de la torre mediante una labor de prospección y excavación en busca de posibles nuevos restos.
Entre ellos, el departamento municipal de Patrimonio Histórico contempla la posibilidad de encontrar elementos de la casa agrícola o alquería que se construyó como edificación anexa a la torre, en el siglo XVIII, y que fue demolida con posterioridad, con la intención de identificarla y dejar constancia de su presencia en esa misma parcela. Se trata, además, de una labor que aportará mayor información para reproducir la señalización de esa construcción anexa junto a la torre en su nueva ubicación, como también comprende el proyecto de traslado.
